Las Termas Romanas en Bath te transportan directamente al corazón de la antigua Britania romana, ofreciéndote una ventana fascinante a la vida cotidiana y las costumbres de hace casi dos milenios. Este complejo termal, construido alrededor del año 70 d.C., es uno de los sitios romanos mejor conservados del mundo y un testimonio impresionante de la ingeniería y la cultura romana. Aquí, los romanos no solo se bañaban, sino que también socializaban, hacían negocios y rendían culto a la diosa Sulis Minerva, una deidad local celta que los romanos sincretizaron con su propia diosa Minerva. La fuente sagrada, que aún hoy alimenta las termas con agua geotérmica a una temperatura constante de 46°C, era considerada un lugar de gran poder curativo y espiritual. Al explorar las diferentes secciones, como el Gran Baño, el Caldarium (sala caliente), el Tepidarium (sala templada) y el Frigidarium (sala fría), puedes imaginarte a los legionarios y ciudadanos romanos relajándose y disfrutando de los beneficios de estas aguas. Es una experiencia inmersiva que te permite apreciar la sofisticación de la civilización romana en un entorno único.
Cuando piensas en que ver en Bath, las Termas Romanas son, sin duda, una parada esencial que te ofrece una perspectiva profunda de la historia de la ciudad. El museo adyacente exhibe una impresionante colección de artefactos encontrados durante las excavaciones, incluyendo monedas, joyas y el famoso cabezal de bronce de la estatua de Sulis Minerva. Estos objetos no solo enriquecen tu visita, sino que también cuentan historias personales de aquellos que una vez caminaron por estos mismos pasillos. Un dato curioso es que, tras la retirada romana, el sitio cayó en desuso y fue gradualmente cubierto, solo para ser redescubierto y excavado en los siglos posteriores, revelando la magnitud de esta maravilla arquitectónica. La visita te permite pasear por los restos de los templos y baños, y ver la fuente original de agua caliente, que sigue brotando. La iluminación nocturna del complejo añade una atmósfera mágica, haciendo que la experiencia sea aún más memorable.
Para complementar tu visita, justo al lado de las Termas Romanas se encuentra el histórico Pump Room, un elegante salón donde puedes disfrutar de un té de la tarde tradicional o incluso probar un vaso de agua mineral de la fuente, tal como lo hacían los visitantes en el siglo XVIII. Este lugar, con su arquitectura georgiana y su ambiente refinado, te conecta con otra época dorada de Bath, la de la regencia. Las Termas Romanas no son solo un conjunto de ruinas; son un portal viviente a la historia, un lugar donde puedes sentir la presencia de civilizaciones pasadas y comprender por qué Bath ha sido un destino de bienestar y ocio durante milenios.