La Catedral de Colonia, oficialmente conocida como la Catedral de San Pedro y Santa María, se alza majestuosa como el monumento más emblemático de la ciudad y una de las obras maestras góticas más impresionantes del mundo. Su construcción, iniciada en 1248, se extendió por más de 600 años, finalizando en 1880. Este asombroso lapso de tiempo la convierte en una de las construcciones más largas de la historia, un testimonio de la perseverancia y la fe de generaciones de artesanos y arquitectos, como el maestro constructor Gerhard von Ryle. A pesar de los intensos bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial que devastaron gran parte de Colonia, la catedral milagrosamente permaneció en pie, aunque con daños significativos, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia y esperanza para sus habitantes. Su estatus como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1996 subraya su valor universal excepcional.
Al adentrarte en su interior, te envolverá una atmósfera de solemnidad y grandeza. La inmensidad de sus naves, que alcanzan una altura de 43 metros, te dejará sin aliento, mientras que la luz filtrada a través de sus espectaculares vidrieras crea un juego de colores hipnotizante. Entre las más destacadas se encuentran la Ventana Bávara, un regalo del rey Luis I de Baviera, y la moderna vidriera de Gerhard Richter, que añade un toque contemporáneo a este edificio histórico. El punto culminante de tu visita, y uno de los principales motivos para incluirla en tu lista de que ver en Colonia, es el Santuario de los Tres Reyes Magos. Este relicario dorado, ricamente decorado, se cree que contiene los restos de los Reyes Magos, traídos a Colonia desde Milán en 1164 por el emperador Federico Barbarroja, convirtiendo a la catedral en un importante centro de peregrinación. No dejes de subir los 533 escalones de la Torre Sur para disfrutar de unas vistas panorámicas inigualables de la ciudad y el río Rin, una experiencia que te permitirá apreciar la escala de esta maravilla arquitectónica.
Para complementar tu visita a la catedral, considera explorar los alrededores. Justo al lado, encontrarás el famoso Früh am Dom, una cervecería tradicional donde podrás saborear una auténtica cerveza Kölsch y platos típicos de la región en un ambiente animado. Es el lugar perfecto para sumergirte en la cultura local después de tu recorrido por la catedral. Además, la ubicación céntrica de la catedral te invita a pasear por el Casco Antiguo (Altstadt), con sus estrechas calles y casas coloridas, y a cruzar el Puente Hohenzollern, famoso por sus miles de candados del amor.