Donde nacen los viajes

Qué ver en Girona

Girona te invita a explorar una de las ciudades más encantadoras de Cataluña, donde la historia y la modernidad se entrelazan a orillas del río Onyar. Al pasear por sus calles, descubrirás un patrimonio arquitectónico impresionante que abarca desde vestigios romanos hasta edificaciones medievales y barrocas. El corazón de la ciudad, el Barri Vell o Casco Antiguo, es un laberinto de callejones empedrados que te transporta a otra época, revelando secretos en cada esquina. Sus famosas casas de colores colgando sobre el río Onyar ofrecen una postal icónica que no querrás perderte, reflejando la vibrante vida de la ciudad.

Adéntrate en el fascinante Call Jueu, uno de los barrios judíos mejor conservados de Europa, y siente la atmósfera de sus estrechas calles y patios. No dejes de subir los escalones de la imponente Catedral de Girona, que domina el horizonte con su majestuosa nave gótica, la más ancha del mundo. Recorre las antiguas murallas para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad y sus alrededores, o relájate en la animada Rambla de la Llibertat, un lugar perfecto para observar el ir y venir de la gente mientras disfrutas de la gastronomía local. Girona es una ciudad para caminar, para perderse y para saborear cada momento.

Mapa Girona · Planifica tu visita

Subida de Sant Domènec

Subida de Sant Domènec

La Subida de Sant Domènec es una encantadora y histórica escalera en el Casco Antiguo de Girona, que ofrece vistas pintorescas y un vistazo al pasado medieval de la ciudad.

La Subida de Sant Domènec te invita a un viaje en el tiempo a través de una de las calles más emblemáticas y pintorescas del Barri Vell de Girona. Esta empinada y serpenteante vía, adoquinada con piedras centenarias, asciende suavemente desde el corazón de la ciudad hasta el histórico Convento de Sant Domènec, que hoy alberga parte de la Universidad de Girona. Al recorrerla, te sumergirás en una atmósfera de tranquilidad y encanto medieval, flanqueada por edificios de piedra que susurran historias de siglos pasados. Es un lugar donde cada paso revela detalles arquitectónicos fascinantes, desde arcos antiguos hasta balcones adornados con flores, creando un escenario perfecto para la fotografía y la contemplación. La belleza de sus escalones y la armonía de sus construcciones la convierten en una de las atracciones en Girona que no puedes perderte si buscas la esencia más auténtica de la ciudad.

Este rincón histórico no solo es un deleite visual, sino también un punto clave para entender el pasado de Girona. La Subida de Sant Domènec se encuentra en las proximidades del famoso Call Jueu, el antiguo barrio judío, lo que añade una capa adicional de significado cultural e histórico a tu visita. El Convento de Sant Domènec, fundado en el siglo XIII por la orden dominica, es un impresionante ejemplo de arquitectura gótica catalana, y su presencia en la cima de la subida le otorga una majestuosidad particular. Imagina a estudiantes y monjes transitando por estos mismos adoquines a lo largo de los siglos. Además, justo al pie de esta subida, o muy cerca en las calles adyacentes que conforman este entramado histórico, encontrarás lugares con encanto como el icónico Café Le Bistrot, un establecimiento con una terraza que es un verdadero clásico gerundense, ideal para hacer una pausa y observar la vida pasar mientras disfrutas de un café o una bebida refrescante.

Explora el cercano Barrio Judío (El Call), un laberinto de calles estrechas y edificios históricos, justo después de tu visita.

Explorar la Subida de Sant Domènec es una experiencia que te conecta directamente con el alma de Girona. Te permite apreciar la ingeniosa adaptación de la ciudad a su topografía, creando espacios urbanos únicos y llenos de carácter. Es un testimonio vivo de la rica herencia medieval de la ciudad, un lugar donde la historia se siente palpable en cada piedra. No es solo un camino; es un destino en sí mismo, ofreciendo vistas encantadoras y una perspectiva diferente de la ciudad. Tómate tu tiempo para ascender, detente a admirar los detalles y siente la serenidad que emana de este lugar.

Consejos para visitar Subida de Sant Domènec

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para una luz agradable y menos gente.

Duración recomendada de la visita

30 minutos a 1 hora

Catedral de Girona

Catedral de Girona

La Catedral de Girona es una visita muy recomendable, famosa por su monumental nave gótica, la más ancha del mundo.

La Catedral de Girona, majestuosamente erigida en el punto más alto de la ciudad, te da la bienvenida con su imponente escalinata barroca, un preludio a la grandiosidad que aguarda en su interior. Este templo es un testimonio vivo de la rica historia de Girona, fusionando armoniosamente elementos románicos y góticos. Su construcción se extendió a lo largo de varios siglos, comenzando en el siglo XI con una estructura románica, de la cual aún se conservan el claustro y la torre de Carlomagno. Sin embargo, lo que verdaderamente la distingue y la convierte en una de las joyas de Cataluña es su nave gótica, la más ancha del mundo en su estilo, con 22,98 metros de luz. Esta audaz proeza arquitectónica, iniciada en el siglo XIV, desafió las convenciones de la época y requirió un ingenio constructivo excepcional, convirtiéndola en un hito de la arquitectura medieval.

Al explorar la catedral, descubrirás por qué es un punto esencial en cualquier itinerario de que ver en Girona. No solo por su impresionante arquitectura, sino también por los tesoros que alberga. Uno de los más valiosos es el Tapiz de la Creación, una obra maestra textil románica del siglo XI o XII, única en su género y que representa escenas bíblicas de la creación del mundo. Este tapiz, junto con otras piezas de arte sacro, se exhibe en el Museo Capitular, ubicado dentro del mismo complejo catedralicio. Recorrer sus capillas, admirar sus vidrieras y sentir la atmósfera de siglos de historia te transportará a otra época. La catedral ha sido testigo de innumerables eventos históricos y ha sido un faro espiritual y cultural para la ciudad a lo largo de los siglos, consolidando su papel como corazón de la vida gerundense.

Vístete con respeto, cubriendo hombros y rodillas, ya que es un lugar de culto.

Después de ascender la gran escalinata y sumergirte en la historia y el arte de la Catedral de Girona, te animamos a pasear por las estrechas y encantadoras calles del Barri Vell que la rodean. Este laberinto medieval es perfecto para perderse y descubrir rincones con encanto. Para un dulce capricho o un merecido descanso, considera una visita a Rocambolesc, la famosa heladería de los hermanos Roca (del aclamado restaurante El Celler de Can Roca), que se encuentra a pocos pasos.

Consejos para visitar Catedral de Girona

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o a última hora de la tarde para evitar aglomeraciones, especialmente en temporada alta (verano). Los días laborables suelen ser menos concurridos que los fines de semana.

Duración recomendada de la visita

1 a 1:30 horas

Puente de Piedra

Puente de Piedra

El Puente de Piedra (Pont de Pedra) es un hito prominente en Girona, ofreciendo vistas pintorescas del Río Onyar y sus coloridas casas.

El Puente de Piedra, oficialmente conocido como Puente de Isabel II, es uno de los iconos más reconocibles de Girona y un punto de partida excelente para tu exploración de la ciudad. Este imponente puente peatonal, construido con grandes bloques de piedra caliza, cruza el río Onyar y conecta el vibrante centro histórico con la parte más moderna de la ciudad. Desde sus arcos robustos, tendrás una de las vistas más postales de Girona: las famosas casas de colores colgando sobre el río, creando un telón de fondo pintoresco que te invita a sacar tu cámara. Su diseño clásico y su sólida estructura lo convierten en un testimonio de la ingeniería del siglo XIX, ofreciéndote una perspectiva única de la vida fluvial de la ciudad.

La construcción del Puente de Piedra se llevó a cabo entre 1849 y 1856, bajo la dirección del ingeniero Agustín Elcoro y Goicoechea, y fue inaugurado por la propia Reina Isabel II, de quien toma su nombre oficial. Antes de su existencia, varios puentes de madera habían servido para cruzar el Onyar en este punto, pero las riadas frecuentes los destruían. La necesidad de una conexión más duradera y segura impulsó la creación de esta obra maestra de la ingeniería civil de la época. Visitarlo es una parte esencial del turismo en Girona, ya que no solo te permite cruzar el río, sino que también te sumerge en la rica historia de la ciudad. Imagina el bullicio de la gente cruzando este mismo puente hace más de un siglo, conectando sus vidas entre las dos orillas. Es un lugar que ha sido testigo de innumerables historias y transformaciones urbanas.

♿ El Puente de Piedra ofrece un acceso generalmente fácil, lo que lo hace adecuado para visitantes en silla de ruedas.

Al pasear por el Puente de Piedra, no solo apreciarás su arquitectura, sino que también te posicionarás estratégicamente para admirar otros puntos de interés cercanos. Desde aquí, las vistas de la Catedral de Girona y la Basílica de Sant Feliu emergiendo sobre el horizonte de tejados son espectaculares, especialmente al atardecer. Una vez que cruces hacia el lado del casco antiguo, te encontrarás a pocos pasos de la animada Rambla de la Llibertat, llena de tiendas y cafeterías. No dejes de dar un paseo por esta rambla y, si eres amante de los dulces, acércate a Rocambolesc, la famosa heladería de los hermanos Roca, donde podrás disfrutar de creaciones heladas únicas inspiradas en la alta cocina.

Consejos para visitar Puente de Piedra

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para la mejor luz y menos gente.

Duración recomendada de la visita

15 a 30 minutos

Casas del Río Onyar

Casas del Río Onyar

Las Casas del Río Onyar son un símbolo icónico de Girona, ofreciendo un paisaje urbano pintoresco y vibrante.

Las Casas del Río Onyar son, sin duda, una de las imágenes más icónicas y pintorescas de la ciudad de Girona. Estas singulares edificaciones, que parecen colgar sobre el cauce del río Onyar, forman una vibrante paleta de colores que se refleja en sus aguas, creando una estampa que a menudo evoca comparaciones con ciudades como Florencia o Venecia. Su origen se remonta a la época medieval, cuando se construyeron aprovechando los espacios disponibles sobre la antigua muralla de la ciudad. A lo largo de los siglos, estas casas han sido testigos de la evolución de Girona, adaptándose y renovándose, pero siempre manteniendo su esencia y su peculiar disposición. Son un testimonio vivo de la historia urbana de la ciudad, mostrando cómo la arquitectura se integró de manera orgánica con el entorno natural y las estructuras defensivas preexistentes.

Visitar las Casas del Río Onyar es una experiencia esencial si te preguntas qué ver en Girona, ya que te sumerge en el corazón visual de la ciudad. La mejor forma de apreciarlas es desde los diversos puentes que cruzan el río, como el famoso Pont de les Peixateries Velles, conocido popularmente como el Puente de Eiffel por haber sido diseñado por el mismo estudio de Gustave Eiffel antes de su obra parisina, o el robusto Pont de Pedra. Desde estos puntos, podrás capturar fotografías memorables de sus fachadas de tonos ocres, rojos, amarillos y azules, que contrastan maravillosamente con el verde de la vegetación ribereña. Entre estas casas, destaca la Casa Masó, la única de ellas que está abierta al público. Fue la casa natal del arquitecto novecentista Rafael Masó i Valentí y es un magnífico ejemplo de la arquitectura burguesa de principios del siglo XX, conservando su mobiliario original y ofreciendo una visión fascinante de la vida de la época. Explorar su interior te permite entender la ingeniosa adaptación de estas construcciones al espacio limitado y la vida cotidiana de sus habitantes.

♿ Los principales puntos de observación desde los puentes son generalmente accesibles para sillas de ruedas, ofreciendo excelentes perspectivas de las casas.

Pasear por las orillas del Onyar y por las calles adyacentes a las casas te permitirá descubrir pequeños detalles y perspectivas únicas. La zona es un hervidero de vida, con numerosos cafés y restaurantes con encanto donde puedes hacer una pausa y disfrutar del ambiente. Por ejemplo, muy cerca del Pont de Pedra, encontrarás diversas opciones para tomar un café o saborear la gastronomía local, lo que complementa perfectamente tu recorrido por las casas. La iluminación nocturna transforma las Casas del Río Onyar en un espectáculo mágico, con las luces de las ventanas reflejándose en el agua, creando una atmósfera íntima y romántica. Es un lugar que invita a la contemplación y a perderse por sus alrededores, descubriendo la esencia de Girona más allá de sus monumentos más conocidos.

Consejos para visitar Casas del Río Onyar

Mejor momento para la visita

Durante el día, especialmente al atardecer para la fotografía, o en mayo durante el festival Temps de Flors.

Duración recomendada de la visita

30 minutos a 1 hora

Murallas de Girona

Murallas de Girona

Las Murallas de Girona son una experiencia imperdible, ofreciendo vistas panorámicas inigualables de la ciudad y sus alrededores.

Las Murallas de Girona te invitan a un viaje fascinante a través del tiempo, ofreciéndote una perspectiva única de la ciudad. Estas imponentes fortificaciones, que abrazan el casco antiguo, son un testimonio vivo de la rica historia de Girona, desde sus orígenes romanos hasta su papel crucial en la defensa de la ciudad a lo largo de los siglos. Construidas inicialmente en el siglo I a.C. por los romanos para proteger la antigua Gerunda, las murallas fueron significativamente ampliadas y reforzadas durante la Edad Media, especialmente entre los siglos IX y XIV, convirtiéndose en uno de los recintos amurallados carolingios más extensos y mejor conservados de Europa. Caminar por el Passeig de la Muralla es una experiencia ineludible para cualquier visitante, permitiéndote contemplar la evolución arquitectónica y estratégica de estas defensas, que resistieron numerosos asedios, incluyendo los famosos Sitios de Girona durante la Guerra de la Independencia a principios del siglo XIX.

Para el turismo en Girona, recorrer las murallas es una actividad que combina ejercicio, cultura y vistas espectaculares. Desde sus torres y bastiones, como la Torre Gironella o la Torre Alfonsina, disfrutarás de panorámicas inigualables del Barri Vell, con la majestuosa Catedral de Girona emergiendo sobre el horizonte, el laberíntico Call Jueu (Barrio Judío) y los tejados ocres que caracterizan la ciudad. Es un lugar perfecto para entender la topografía de Girona y su relación con el río Onyar. Además de su valor histórico, el paseo por las murallas es sorprendentemente tranquilo, un oasis de calma que te permite escapar del bullicio de las calles y sumergirte en la atmósfera medieval. La restauración de gran parte del recorrido en el siglo XX ha hecho que este patrimonio sea accesible y disfrutable para todos, con escaleras y rampas que facilitan el acceso a diferentes puntos.

Lleva agua, especialmente durante los meses más cálidos, ya que no hay instalaciones directamente en las murallas.

Al finalizar tu recorrido por las Murallas de Girona, te encontrarás en el corazón del Barri Vell, a pocos pasos de la Catedral y de los Baños Árabes. Esta ubicación privilegiada te permite descender directamente a las encantadoras calles empedradas, donde podrás explorar pequeñas tiendas de artesanía, galerías de arte y una gran variedad de cafeterías y restaurantes con encanto. Imagina terminar tu paseo con un café en una de las plazas escondidas o saborear la gastronomía local en un establecimiento tradicional.

Consejos para visitar Murallas de Girona

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para evitar el sol del mediodía y las multitudes, especialmente en temporada alta.

Duración recomendada de la visita

1 a 2 horas

Barrio Judío (El Call)

Barrio Judío (El Call)

El Barrio Judío (El Call) de Girona es uno de los barrios judíos medievales mejor conservados de Europa.

El Barrio Judío (El Call) de Girona es uno de los conjuntos medievales mejor conservados de Europa, un laberinto de calles estrechas y empedradas que te transporta directamente a la época en que la comunidad judía florecía en la ciudad. Este enclave histórico, situado en el corazón de la ciudad vieja, fue el hogar de una de las comunidades judías más importantes de la península ibérica desde el siglo XII hasta la expulsión de 1492. Sus orígenes se remontan a la necesidad de la comunidad de vivir cerca de la sinagoga y de establecer sus propias normas y costumbres, creando un microcosmos vibrante y autosuficiente. Al pasear por sus callejones, sentirás la rica historia que impregna cada piedra, cada arco y cada patio, revelando la vida cotidiana de sus antiguos habitantes.

Para quienes disfrutan del turismo en Girona, explorar El Call es una experiencia imprescindible. Aquí, la arquitectura medieval se entrelaza con siglos de historia y cultura. Podrás descubrir el Centro Bonastruc Ça Porta, que alberga el Museo de Historia de los Judíos de Girona, ubicado en el solar de la antigua sinagoga mayor. Este museo es fundamental para comprender la vida, las tradiciones y las contribuciones de los judíos catalanes, incluyendo figuras como el célebre cabalista y médico Nahmánides (Moshe ben Nahman), cuya estatua se encuentra en una de las plazas del barrio. Sus aportaciones a la filosofía y la medicina fueron inmensas, dejando un legado duradero. Las casas de piedra, con sus característicos patios interiores y sus estrechas escaleras, te invitan a imaginar cómo era la vida en este bullicioso centro intelectual y comercial.

📸 Para las mejores fotos, visita temprano por la mañana o al final de la tarde, cuando la luz es más suave y hay menos gente, lo que te permitirá capturar los encantadores detalles del barrio.

Mientras te pierdes por sus rincones, no dejes de observar los detalles arquitectónicos que aún conservan la esencia de antaño. Las marcas en las jambas de las puertas, donde se colocaban las mezuzás, son pequeños recordatorios de la fe que una vez habitó estas calles. Después de sumergirte en la historia, puedes darte un capricho dulce en Rocambolesc, la famosa heladería de los hermanos Roca, que se encuentra a poca distancia, ofreciendo una deliciosa pausa en tu recorrido.

Consejos para visitar Barrio Judío (El Call)

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para evitar multitudes, especialmente durante primavera y otoño para un clima agradable.

Duración recomendada de la visita

1:30 a 2:30 horas

Plaza de la Independencia

Plaza de la Independencia

La Plaça de la Independència es un vibrante centro en Girona, conocida por su arquitectura neoclásica y ambiente animado.

La Plaza de la Independencia en Girona es uno de los espacios urbanos más emblemáticos y concurridos de la ciudad, un verdadero corazón social que palpita con la vida local. Su nombre conmemora un período crucial en la historia de España: la Guerra de la Independencia contra las tropas napoleónicas y los heroicos asedios que sufrió Girona entre 1808 y 1809. Antes de su configuración actual, este lugar albergaba el Convento de San Agustín, de ahí que durante un tiempo fuera conocida como Plaza de San Agustín. La demolición del convento en el siglo XIX dio paso a la creación de esta plaza de estilo neoclásico, caracterizada por sus elegantes soportales que la rodean por completo. Este diseño arquitectónico, con sus arcos y fachadas uniformes, le confiere una atmósfera distintiva y acogedora, invitándote a pasear y a observar el ir y venir de la gente. En el centro de la plaza, se erige un monumento dedicado a los defensores de la ciudad durante aquellos asedios, una obra del escultor Antoni Parera, que sirve como recordatorio constante del espíritu de resistencia gerundense.

Visitar la Plaza de la Independencia es sumergirse en la esencia de la vida gerundense. Es un punto de encuentro favorito tanto para los locales como para los visitantes, y una de las principales atracciones en Girona que no te puedes perder. Aquí encontrarás una vibrante concentración de cafeterías, restaurantes y tiendas que se extienden bajo los soportales, ofreciendo una amplia variedad de opciones para todos los gustos. Imagínate disfrutando de un café por la mañana o de una cena al aire libre en una de sus muchas terrazas, mientras observas el bullicio de la plaza. Es el lugar perfecto para relajarse, socializar y sentir el pulso de la ciudad. La plaza es especialmente animada durante las tardes y noches, cuando sus terrazas se llenan y la iluminación resalta la belleza de su arquitectura. Además de ser un centro gastronómico y social, su ubicación estratégica la convierte en un excelente punto de partida para explorar otras zonas de Girona, como el cercano Barri Vell o el río Onyar con sus famosas casas de colores.

Programa tu visita para la tarde para experimentar el ambiente animado mientras los lugareños se reúnen.

Entre la oferta gastronómica, destacan establecimientos que han sabido combinar la tradición con la modernidad, ofreciéndote desde tapas clásicas hasta propuestas culinarias innovadoras. Aunque no hay una única tienda de moda o panadería icónica directamente en la plaza que sea mundialmente famosa, la calidad y variedad de los negocios locales bajo sus arcos son su propio atractivo. Puedes encontrar desde heladerías artesanales hasta bares con solera, cada uno contribuyendo al encanto único de este espacio. La plaza no solo es un lugar para comer y beber; a menudo es escenario de eventos culturales y mercados temporales que añaden aún más dinamismo. Su diseño abierto y su atmósfera vibrante la hacen ideal para cualquier momento del día, ya sea para un desayuno tranquilo, un almuerzo animado o una copa al atardecer.

Consejos para visitar Plaza de la Independencia

Mejor momento para la visita

Tarde o noche

Duración recomendada de la visita

30 minutos a 1 hora (para un paseo), o más si se cena

Basílica de Sant Feliu

Basílica de Sant Feliu

La Basílica de Sant Feliu es una visita muy recomendada por su singular mezcla de arquitectura gótica y barroca, albergando importantes sarcófagos paleocristianos y romanos, incluida la tumba de San Félix.

La Basílica de Sant Feliu se alza majestuosa en el corazón de Girona, siendo uno de los templos más antiguos y emblemáticos de la ciudad, cuya historia se entrelaza profundamente con sus orígenes. Su imponente silueta, dominada por el campanario gótico que se eleva hacia el cielo, es una de las postales más reconocibles de la capital gerundense. Construida sobre una antigua necrópolis romana, la basílica es un fascinante crisol de estilos arquitectónicos, donde el gótico predominante se fusiona armoniosamente con elementos románicos, especialmente visibles en su torre. Al adentrarte en su interior, sentirás la atmósfera de siglos de historia que impregna cada rincón, desde sus naves hasta las capillas laterales, invitándote a un viaje en el tiempo. Es un testimonio vivo de la evolución de Girona, un lugar donde la fe y el arte han convivido y se han transformado a lo largo de los siglos.

Uno de los mayores atractivos de la Basílica de Sant Feliu y lo que la distingue entre los lugares turísticos de Girona son sus ocho sarcófagos paleocristianos y romanos, datados entre los siglos III y IV. Estas piezas, de incalculable valor histórico y artístico, son un tesoro único en Cataluña y te ofrecen una ventana directa a la vida y las creencias de los primeros habitantes de la ciudad. Además, la basílica alberga el sepulcro de San Narciso, patrón de Girona, cuya leyenda cuenta que, durante la invasión francesa en el siglo XIII, un ejército de moscas brotó de su tumba, atacando a los soldados y obligándolos a retirarse. Esta fascinante historia añade una capa de misticismo y encanto a tu visita, conectándote con el folclore local. Observa con detenimiento los detalles de los sarcófagos, cada uno narrando una historia a través de sus relieves, desde escenas mitológicas hasta representaciones de la vida cotidiana.

Considera comprar una entrada combinada con la Catedral de Girona para una experiencia histórica más completa y posibles ahorros.

Visitar la Basílica de Sant Feliu no es solo admirar su arquitectura o sus tesoros artísticos; es sumergirse en la esencia de Girona. Su ubicación estratégica, a pocos pasos del río Onyar y de las icónicas Casas del Onyar, así como muy cerca de la Catedral de Girona y el laberíntico Barri Vell, la convierte en una parada esencial en tu recorrido. Después de explorar la basílica, puedes pasear por las encantadoras calles empedradas del casco antiguo, donde encontrarás una vibrante oferta de cafeterías con encanto y restaurantes que sirven la deliciosa gastronomía local. Es el lugar perfecto para reflexionar sobre la rica historia que acabas de descubrir y disfrutar del ambiente único de la ciudad.

Consejos para visitar Basílica de Sant Feliu

Mejor momento para la visita

Por la mañana o a última hora de la tarde para evitar aglomeraciones y disfrutar de la luz.

Duración recomendada de la visita

1 a 1:30 horas

La Leona de Girona

La Leona de Girona

La Leona de Girona es un símbolo querido de la ciudad, y participar en la tradición de besar su trasero asegura una visita de regreso a Girona.

La Leona de Girona es uno de los símbolos más entrañables y curiosos de la ciudad, una parada obligatoria para cualquier visitante que desee sumergirse en las tradiciones locales. Ubicada estratégicamente junto a la imponente Basílica de Sant Feliu, esta pequeña escultura de una leona trepando por una columna es mucho más que una simple pieza de arte; es el guardián de una antigua leyenda y un rito de paso para quienes desean asegurar su regreso a esta hermosa ciudad catalana. La tradición dicta que, para garantizar tu vuelta a Girona, debes besar el trasero de la leona. Aunque hoy en día la mayoría opta por besar la réplica de bronce que se encuentra a pie de calle para preservar la original, la esencia del ritual permanece intacta. La escultura original, que data del siglo XII o XIII, formaba parte de una columna que marcaba la entrada a la ciudad, sirviendo como un punto de referencia y un símbolo de bienvenida. A lo largo de los siglos, ha sido testigo silencioso de la evolución de Girona, moviéndose de su ubicación original a diferentes puntos antes de encontrar su lugar actual, donde sigue cautivando a locales y turistas por igual.

Al explorar que ver en Girona, te darás cuenta de que la Leona de Girona no es solo una anécdota, sino una parte viva del patrimonio cultural gerundense. Su popularidad ha trascendido las fronteras locales, convirtiéndose en un icono reconocido que aparece en postales y recuerdos. La frase popular "No pots ser de Girona si no has fet un petó al cul de la Lleona" (No puedes ser de Girona si no has besado el culo de la Leona) encapsula perfectamente la importancia de este ritual para los gerundenses. Es una forma divertida y memorable de conectar con la historia y las costumbres de la ciudad. Después de cumplir con la tradición, tómate un momento para admirar la majestuosa Basílica de Sant Feliu, con su impresionante torre y sus sarcófagos paleocristianos, que se alza justo al lado. Además, la zona circundante está repleta de encantadoras calles empedradas, perfectas para un paseo relajante. No muy lejos, en el corazón del casco antiguo, encontrarás la famosa heladería Rocambolesc, una creación de los hermanos Roca de El Celler de Can Roca, donde podrás disfrutar de postres innovadores y deliciosos.

Consejos para visitar La Leona de Girona

Mejor momento para la visita

En cualquier momento del día, ya que es un monumento al aire libre. Considera visitarlo durante las horas de luz para las mejores fotos.

Duración recomendada de la visita

5 a 10 minutos

Puente de las Peixateries Velles (Puente de Eiffel)

Puente de las Peixateries Velles (Puente de Eiffel)

El Puente de las Peixateries Velles es un punto de referencia imperdible en Girona, famoso por su llamativa estructura de hierro rojo diseñada por la compañía de Gustave Eiffel.

El Puente de las Peixateries Velles, popularmente conocido como el Puente de Eiffel, es una de las postales más icónicas y fotografiadas de Girona. Este distintivo puente de hierro rojo cruza el río Onyar, ofreciéndote una perspectiva inigualable de las famosas Casas del Onyar que se asoman sobre el agua, con sus fachadas de colores vibrantes creando un telón de fondo espectacular. Su historia es tan fascinante como su diseño, ya que fue construido en 1877 por la empresa Eiffel et Cie, la misma compañía del célebre ingeniero Gustave Eiffel, unos años antes de que erigieran su obra maestra en París. Originalmente, este puente de celosía de hierro reemplazó a una antigua pasarela de madera, y su estructura ligera pero robusta fue una innovación para su época, demostrando la maestría ingenieril que caracterizaría los futuros proyectos de la firma. Al cruzarlo, no solo pasas de una orilla a otra del río, sino que también te sumerges en un pedazo de la historia industrial y arquitectónica europea. Es, sin duda, un elemento clave para entender qué ver en Girona y una parada obligatoria en tu recorrido por la ciudad.

Este puente peatonal no solo es un punto de conexión entre el Barri Vell y la parte más moderna de la ciudad, sino que también es un mirador privilegiado. Desde aquí, puedes capturar las mejores fotografías de las casas colgantes y del río, especialmente al atardecer, cuando la luz tiñe el paisaje de tonos cálidos. La elección del hierro como material y su llamativo color rojo lo hacen destacar entre el entorno, convirtiéndolo en un símbolo de la modernidad que llegó a Girona a finales del siglo XIX. Su nombre local, Puente de las Peixateries Velles, proviene de las antiguas pescaderías que se ubicaban en sus inmediaciones, añadiendo un toque de historia cotidiana a su ya rica narrativa. Después de admirar el puente y sus vistas, te encontrarás a un paso de la Rambla de la Llibertat, una vibrante calle llena de vida donde encontrarás una excelente selección de cafeterías con encanto, panaderías tradicionales y tiendas locales, perfectas para disfrutar de un café o un dulce mientras sigues explorando el corazón de Girona.

Consejos para visitar Puente de las Peixateries Velles (Puente de Eiffel)

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para la mejor luz para la fotografía y para evitar multitudes. El atardecer ofrece vistas particularmente hermosas.

Duración recomendada de la visita

15 a 30 minutos

Baños Árabes

Baños Árabes

Los Baños Árabes de Girona son una visita muy recomendada, ofreciendo una visión única de la higiene medieval y los estilos arquitectónicos.

Los Baños Árabes de Girona son una joya arquitectónica que te transporta directamente a la vida cotidiana medieval. A pesar de su nombre, estas termas no fueron construidas por los árabes, sino que datan del siglo XII, en pleno período románico, y fueron edificadas por maestros cristianos que se inspiraron en el diseño y la funcionalidad de los baños musulmanes. Ubicados estratégicamente dentro del antiguo Convento de los Capuchinos, su construcción refleja la importancia de la higiene y el ocio en la sociedad de la época. Al adentrarte en este espacio, descubrirás una estructura sorprendentemente bien conservada que te permite visualizar cómo era el ritual del baño público hace siglos. Es una parada esencial si te preguntas qué ver en Girona, ofreciendo una perspectiva única sobre la vida urbana y las costumbres de sus habitantes en la Edad Media.

La visita a los Baños Árabes es fascinante por la claridad con la que se aprecian las diferentes estancias que componían un balneario de la época. Podrás recorrer el apodyterium o vestuario, el frigidarium con su impresionante piscina octogonal central y la cúpula sostenida por elegantes columnas, el tepidarium o sala templada, y finalmente el caldarium o sala caliente, donde el vapor y el calor eran protagonistas. La luz que se filtra a través de las aberturas de la cúpula del frigidarium crea una atmósfera mágica y serena, invitándote a imaginar el bullicio y las conversaciones que antaño llenaban estas salas. Este lugar no solo es un testimonio de la arquitectura románica civil, sino también un reflejo de la sofisticación de la sociedad gerundense medieval, que valoraba estos espacios como centros de socialización y bienestar. La meticulosa restauración realizada a principios del siglo XX ha permitido que hoy podamos apreciar cada detalle de su diseño original.

Considera visitar los Baños Árabes como parte de una exploración más amplia del centro histórico de Girona, ya que está convenientemente ubicado cerca de otras atracciones clave.

Explorar los Baños Árabes es una experiencia que complementa perfectamente un paseo por el histórico Barri Vell de Girona. Su proximidad a la majestuosa Catedral de Girona y al laberíntico Call Jueu (Barrio Judío) los convierte en un punto de interés fácilmente accesible dentro de tu recorrido por la ciudad. Después de sumergirte en la historia de estos baños, puedes disfrutar de un merecido descanso en el cercano Café Le Bistrot, un lugar emblemático con una terraza encantadora que te permitirá seguir absorbiendo la atmósfera medieval de la ciudad mientras disfrutas de una bebida o un tentempié.

Consejos para visitar Baños Árabes

Mejor momento para la visita

Por las mañanas, especialmente entre semana, para disfrutar de una experiencia más tranquila.

Duración recomendada de la visita

30 a 45 minutos