Donde nacen los viajes

Qué ver en París

París te invita a sumergirte en una ciudad donde cada esquina revela una historia y cada bulevar te conduce a una nueva maravilla. Conocida mundialmente como la Ciudad de la Luz, esta metrópolis es un epicentro de arte, moda, gastronomía y romance, ofreciendo una experiencia inigualable para cualquier viajero. Desde la majestuosidad de la Torre Eiffel que domina el horizonte, hasta la riqueza cultural del Museo del Louvre con sus invaluables colecciones, la capital francesa se despliega ante ti con una elegancia atemporal. Sus calles adoquinadas, sus cafés históricos y la vibrante vida a orillas del Sena crean un ambiente que cautiva y enamora a quienes la visitan, prometiendo recuerdos inolvidables.

Explora los barrios con encanto como Le Marais, donde la historia medieval se fusiona con boutiques modernas y galerías de arte, o pasea por las pintorescas calles de Montmartre, culminando en la impresionante Basílica del Sacré-Cœur con sus vistas panorámicas. Descubre la grandiosidad de la Catedral de Notre Dame y la opulencia del Palacio de Versalles en las cercanías, o simplemente déjate llevar por el ambiente bohemio del Barrio Latino. París es una ciudad que se vive con los cinco sentidos, invitándote a saborear su exquisita cocina, admirar su arquitectura y perderte en sus jardines, como los Jardines de Luxemburgo, para una auténtica inmersión en la vida parisina.

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Catedral de Notre Dame

Catedral de Notre Dame

La Catedral de Notre Dame es un símbolo icónico de París y una obra maestra de la arquitectura gótica.

La Catedral de Notre Dame, majestuosamente situada en la Île de la Cité en el corazón de París, es una de las obras maestras más emblemáticas de la arquitectura Gótica francesa. Su construcción, que comenzó en 1163 bajo el obispo Maurice de Sully y se extendió por casi dos siglos, la convirtió en un símbolo perdurable de la fe y el ingenio humano. Al contemplar su imponente fachada, notarás la intrincada escultura de sus portales, las famosas gárgolas que adornan sus alturas y los innovadores arcos botantes que permitieron la creación de sus enormes muros de vidrio. Las tres ventanas rosetón, en particular, son un espectáculo de luz y color, cada una con un diámetro impresionante, que narran historias bíblicas a través de sus vidrieras. Aunque sufrió un devastador incendio en 2019, su espíritu y su estructura fundamental permanecen, y la meticulosa labor de restauración te permitirá apreciar el compromiso de Francia con la preservación de su patrimonio.

Más allá de su esplendor arquitectónico, la Catedral de Notre Dame ha sido testigo de innumerables momentos cruciales en la historia de Francia. Aquí fue coronado Napoleón I como emperador en 1804, y sus muros han resonado con las oraciones y los lamentos de generaciones. La figura de Juana de Arco fue beatificada en este mismo lugar, añadiendo otra capa de significado histórico y espiritual. Su fama se cimentó aún más gracias a la novela El Jorobado de Notre Dame de Victor Hugo, que no solo inmortalizó la catedral en la literatura mundial, sino que también jugó un papel crucial en la concienciación pública sobre la necesidad de su restauración en el siglo XIX. Visitar este monumento te ofrece una perspectiva única sobre la evolución de la ciudad y su profundo vínculo con el arte y la historia. Es, sin duda, uno de los lugares turísticos de París que te conecta directamente con el alma de la capital francesa.

🚶‍♀️ Pasea por las orillas del Río Sena cercanas, un sitio Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, que ofrece vistas pintorescas de la catedral y la Île de la Cité.

Mientras exploras los alrededores de la catedral, en la misma Île de la Cité, puedes pasear por las orillas del Sena o visitar otros sitios históricos cercanos como la Sainte-Chapelle con sus deslumbrantes vidrieras, o la Conciergerie, una antigua prisión real. Si buscas un lugar para un café o un libro, la icónica librería Shakespeare and Company, un refugio para escritores y lectores anglófonos desde hace décadas, se encuentra a poca distancia cruzando el río.

Consejos para visitar Catedral de Notre Dame

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para evitar multitudes alrededor del exterior y para una iluminación óptima para las fotos.

Duración recomendada de la visita

30 minutos a 1 hora para la vista exterior y el área circundante. Una vez reabierta, prevea de 1:30 a 2 horas para una visita interior.

Los Inválidos

Los Inválidos

El Hôtel national des Invalides es un complejo monumental que ofrece un profundo viaje a través de la historia militar francesa en el Museo del Ejército.

Los Inválidos es un imponente complejo arquitectónico en el corazón de París, erigido por orden de Luis XIV en el siglo XVII. Originalmente concebido como un hogar y hospital para los soldados veteranos y heridos de Francia, este majestuoso conjunto se ha convertido en un símbolo perdurable de la historia militar francesa y un testimonio de la gratitud de la nación hacia sus fuerzas armadas. Al adentrarte en sus patios y edificios, te sumergirás en siglos de relatos bélicos y heroísmo, desde las armaduras medievales hasta los uniformes de las guerras mundiales. Su cúpula dorada, visible desde muchos puntos de la ciudad, es una de las siluetas más reconocibles del horizonte parisino, invitándote a descubrir los tesoros que guarda en su interior.

Para quienes exploran el turismo en París, una visita a Los Inválidos es esencial. Aquí se encuentra la tumba de uno de los personajes más influyentes de la historia, el emperador Napoleón Bonaparte, bajo la impresionante cúpula dorada del Dôme des Invalides. Su traslado desde Santa Elena en 1840, conocido como el "Retour des Cendres", fue un evento de gran magnitud nacional que consolidó su legado. Además de la tumba imperial, el complejo alberga el vasto Musée de l'Armée, uno de los museos militares más grandes del mundo. Recorre sus extensas galerías para admirar colecciones que abarcan desde armaduras y armas antiguas hasta artefactos de las dos Guerras Mundiales, incluyendo objetos personales de figuras como el mariscal Foch. Es una oportunidad única para comprender la evolución del arte de la guerra y la profunda conexión de Francia con su pasado militar.

El Dôme des Invalides (donde se encuentra la Tumba de Napoleón) a menudo cierra antes que el museo principal, así que planifica tu visita en consecuencia.

No te pierdas los detalles arquitectónicos del Dôme, una obra maestra del barroco francés diseñada por Jules Hardouin-Mansart. Después de tu inmersión en la historia, puedes pasear por los encantadores alrededores del 7º distrito, conocido por su elegancia. A poca distancia, encontrarás la icónica Torre Eiffel y el sereno Museo Rodin.

Consejos para visitar Los Inválidos

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana entre semana para evitar multitudes.

Duración recomendada de la visita

2 a 4 horas

Palacio de Versalles

Palacio de Versalles

El Palacio de Versalles es un símbolo imperdible de la grandeza real francesa y un sitio del Patrimonio Mundial de la UNESCO.

El Palacio de Versalles te invita a un viaje a través de la opulencia y la historia de la monarquía francesa. Originalmente un modesto pabellón de caza para el rey Luis XIII, fue su hijo, el "Rey Sol" Luis XIV, quien lo transformó en la deslumbrante sede del poder absoluto y un símbolo de la grandeza francesa. Este monumental complejo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una obra maestra del arte barroco y clásico, reflejando la visión de un monarca que buscaba centralizar el poder y exhibir la magnificencia de su reino. Al pasear por sus salones, sentirás la presencia de siglos de historia, desde las intrigas de la corte hasta las decisiones que moldearon el destino de Francia. La arquitectura, diseñada por figuras como Louis Le Vau y Jules Hardouin-Mansart, junto con los interiores decorados por Charles Le Brun, te sumergen en un mundo de lujo sin igual.

Para el turismo en Versalles, explorar este palacio es una experiencia ineludible. Te maravillarás con la icónica Galería de los Espejos, donde 17 grandes espejos arqueados reflejan las ventanas que dan a los jardines, creando un efecto de luz y espacio impresionante. Fue aquí donde se proclamó el Imperio Alemán en 1871 y, más tarde, se firmó el Tratado de Versalles en 1919, poniendo fin a la Primera Guerra Mundial. Recorre los Grandes Apartamentos del Rey y de la Reina, donde la vida de la corte se desarrollaba con un ceremonial estricto, y admira la Capilla Real y la Ópera Real, testimonios de la devoción y el entretenimiento de la realeza. No olvides dedicar tiempo a los inmensos Jardines de Versalles, diseñados por el paisajista André Le Nôtre. Sus fuentes, esculturas y parterres geométricos son una obra de arte en sí mismos, y puedes incluso alquilar un bote en el Gran Canal para una perspectiva diferente.

Compra tus entradas online con antelación para ahorrar tiempo y evitar largas colas en la entrada.

Adéntrate en los dominios más íntimos de la realeza visitando el Gran Trianón y el Petit Trianón, refugios personales de monarcas como Luis XV y, especialmente, María Antonieta. El Hameau de la Reine (Aldea de la Reina), un pintoresco pueblo rústico creado para María Antonieta, ofrece una visión fascinante de su deseo de escapar de la formalidad de la corte. Después de tu visita, la ciudad de Versalles ofrece encantadoras opciones para almorzar o disfrutar de un café. Puedes encontrar excelentes panaderías y restaurantes cerca de la estación de tren o en las calles que rodean el palacio, donde podrás saborear la gastronomía local y reflexionar sobre la magnificencia que acabas de presenciar.

Consejos para visitar Palacio de Versalles

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde entre semana, especialmente durante la primavera y el verano para disfrutar plenamente de los jardines.

Duración recomendada de la visita

Dedica al menos de 3 a 4 horas para el Palacio y un día completo si planeas explorar los extensos jardines y la Finca de Trianón.

Torre Eiffel

Torre Eiffel

La Torre Eiffel es un símbolo icónico de París y Francia, ofreciendo vistas panorámicas inigualables de la ciudad.

La Torre Eiffel, el monumento más emblemático de París y de toda Francia, fue construida para la Exposición Universal de 1889, conmemorando el centenario de la Revolución Francesa. Diseñada por la empresa de Gustave Eiffel, esta "Dama de Hierro" se erigió como la estructura más alta del mundo durante 41 años, un logro de ingeniería sin precedentes para su época. Inicialmente, su diseño vanguardista generó controversia entre los intelectuales parisinos, quienes la consideraban una monstruosidad temporal. Sin embargo, su propósito original de ser desmantelada después de 20 años fue frustrado por su utilidad como antena de radio, un papel crucial que demostró su valor estratégico y la salvó de la demolición. Hoy, al contemplarla, te sumerges en una pieza viva de la historia, un testimonio de la audacia y la innovación del siglo XIX.

Visitar la Torre Eiffel es una experiencia ineludible entre las atracciones en París, ofreciéndote vistas panorámicas incomparables de la ciudad. Puedes ascender a sus diferentes niveles, cada uno con una perspectiva única: el primer piso con su suelo de cristal, el segundo con sus restaurantes y tiendas, y la cima, donde te sentirás en la cúspide del mundo, con el apartamento privado de Gustave Eiffel recreado para que te asomes a su visión. Es fascinante saber que la torre se repinta cada siete años, utilizando 60 toneladas de pintura para mantener su esplendor. Además, ha sido escenario de curiosas anécdotas, como la del estafador Victor Lustig, quien supuestamente la "vendió" como chatarra en dos ocasiones, o la trágica historia de Franz Reichelt, el sastre volador que saltó desde ella con un paracaídas de su invención. Al caer la noche, la torre se ilumina con un espectáculo de luces centelleantes cada hora, transformando el horizonte parisino en un cuento de hadas.

Reserva tus entradas online con mucha antelación, especialmente para el acceso a la cima, ya que se agotan rápidamente.

Después de maravillarte con la torre, te animamos a pasear por el Campo de Marte, el vasto jardín que se extiende a sus pies, ideal para un pícnic con vistas. Para la fotografía perfecta, cruza el Sena hasta el Trocadéro, desde donde obtendrás la imagen más icónica de la torre. Si buscas un bocado, el restaurante Jules Verne, ubicado en el segundo piso de la torre, ofrece una experiencia gastronómica de alta cocina con vistas espectaculares. Para algo más casual y auténtico, explora la cercana Rue Cler, una encantadora calle peatonal repleta de tiendas de comestibles, panaderías y cafeterías, perfecta para saborear la vida parisina y encontrar delicias locales.

Consejos para visitar Torre Eiffel

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o a última hora de la tarde para evitar las mayores aglomeraciones. Los días de semana suelen ser menos concurridos que los fines de semana.

Duración recomendada de la visita

2 a 3 horas (incluyendo tiempos de espera)

Jardines de Luxemburgo

Jardines de Luxemburgo

Los Jardines de Luxemburgo son una experiencia parisina por excelencia, ofreciendo un escape sereno con hermosos paisajes, estatuas históricas y actividades para toda la familia.

Los Jardines de Luxemburgo son un oasis de tranquilidad y belleza en el corazón de París, un lugar que te invita a desconectar del bullicio urbano y sumergirte en la historia y la naturaleza. Su creación se remonta a principios del siglo XVII, cuando María de Médici, viuda del Rey Enrique IV y regente de Francia, decidió construir una residencia que le recordara su infancia en Florencia. Inspirada por los Jardines de Boboli de su ciudad natal, encargó el diseño de este magnífico espacio verde que rodea el imponente Palacio de Luxemburgo, hoy sede del Senado francés. Pasear por sus senderos es como viajar en el tiempo, descubriendo la visión de una reina que anhelaba un pedazo de su tierra natal en la capital francesa. La meticulosa planificación y el diseño clásico francés hacen de este jardín un testimonio vivo de la arquitectura paisajística de la época, ofreciéndote una experiencia serena y culturalmente enriquecedora.

Al explorar los Jardines de Luxemburgo, descubrirás una gran variedad de elementos que lo convierten en uno de los lugares turísticos de París más queridos tanto por locales como por visitantes. No te pierdas la icónica Fuente de Médici, una obra maestra barroca que te cautivará con su encanto romántico y sus esculturas mitológicas. El gran estanque central es el escenario perfecto para que los niños (y no tan niños) naveguen pequeños barcos de vela, una tradición que perdura desde hace décadas. A lo largo de los jardines, encontrarás numerosas estatuas de reinas y mujeres ilustres de Francia, así como una réplica a escala reducida de la Estatua de la Libertad de Bartholdi, un detalle fascinante que a menudo pasa desapercibido. Además, el Théâtre des Marionnettes du Jardin du Luxembourg ofrece espectáculos de títeres que encantan a los más pequeños, mientras que las canchas de tenis y las mesas de ajedrez invitan a la actividad y la interacción social.

📸 Para fotos impresionantes, visita la Fuente de Médici y la Orangerie, especialmente hermosas con la luz de la mañana.

Después de disfrutar de la serenidad de los jardines, te animamos a explorar los vibrantes barrios que lo rodean. Los Jardines de Luxemburgo se encuentran estratégicamente ubicados entre el histórico Barrio Latino, conocido por su ambiente estudiantil y sus librerías centenarias, y el elegante Saint-Germain-des-Prés, famoso por sus galerías de arte, boutiques de moda y sus legendarios cafés literarios como Les Deux Magots y Café de Flore. Podrías dar un paseo por las calles adoquinadas de Saint-Germain, quizás deteniéndote en una de sus afamadas panaderías para probar un croissant recién horneado o un macaron de alguna pastelería reconocida. Este jardín no es solo un espacio verde; es un punto de encuentro cultural y social, un reflejo del estilo de vida parisino que te invita a vivir la ciudad como un verdadero local.

Consejos para visitar Jardines de Luxemburgo

Mejor momento para la visita

Visita por la mañana durante los días de semana para evitar las multitudes y disfrutar de la atmósfera serena. La primavera y el verano son ideales para ver las flores en plena floración, pero los jardines ofrecen encanto durante todo el año.

Duración recomendada de la visita

1:30 a 3 horas, o más si se disfruta de un pícnic o actividades específicas.

Montmartre

Montmartre

El barrio de Montmartre es un icónico rincón parisino, famoso por su pasado bohemio y herencia artística.

El barrio de Montmartre se alza majestuosamente sobre una colina en el distrito 18 de París, ofreciéndote una perspectiva única de la ciudad. Este icónico barrio, conocido por su encanto bohemio y sus calles adoquinadas, ha sido durante mucho tiempo un refugio para artistas, escritores y músicos, lo que le confiere una atmósfera inconfundible que aún hoy se respira en cada rincón. Al pasear por sus empinadas calles, descubrirás la esencia de un París que ha sabido conservar su alma artística, lejos del bullicio de los grandes bulevares. Es un lugar donde la historia del arte moderno se entrelaza con la vida cotidiana, invitándote a explorar sus secretos a tu propio ritmo y a sumergirte en un ambiente que ha inspirado a generaciones de creadores.

Entre los lugares turísticos de París, Montmartre destaca por su rica herencia cultural. Fue aquí, en el famoso Bateau-Lavoir, donde artistas de la talla de Pablo Picasso y Georges Braque sentaron las bases del cubismo a principios del siglo XX. Otros maestros como Vincent van Gogh, Pierre-Auguste Renoir y Henri de Toulouse-Lautrec también encontraron inspiración en sus paisajes y en la vibrante vida nocturna de sus cabarets, como el icónico Moulin Rouge. No puedes dejar de visitar la impresionante Basílica del Sacré-Cœur, que corona la colina y ofrece unas vistas panorámicas espectaculares de toda la capital francesa. Cerca de allí, la Place du Tertre te espera con sus artistas callejeros, listos para capturar tu retrato o un paisaje de la zona. Es fascinante observar cómo este espacio sigue siendo un epicentro de la creatividad, manteniendo viva la tradición artística del barrio y ofreciendo una ventana al pasado bohemio de la ciudad.

🍽️ Explora los encantadores bistrós y creperías locales escondidos en las calles laterales para una auténtica experiencia culinaria parisina.

Además de su legado artístico, Montmartre te sorprenderá con sus pequeños detalles y curiosidades. ¿Sabías que alberga el único viñedo activo de París, el Clos Montmartre? Aunque pequeño, es un recordatorio de la historia rural de la colina y se celebra anualmente con una fiesta de la vendimia. Para una experiencia auténtica, tómate un café en Le Consulat, un café histórico que ha sido punto de encuentro de artistas durante décadas, o admira la pintoresca fachada rosa de La Maison Rose, otro lugar emblemático que ha aparecido en innumerables postales y obras de arte. Si buscas un dulce, las panaderías locales ofrecen delicias francesas que te harán sentir como un verdadero parisino. Explorar Montmartre es sumergirse en un capítulo vivo de la historia de París, donde cada callejuela y cada edificio cuentan una historia de arte, bohemia y resistencia.

Consejos para visitar Montmartre

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde durante los días de semana para evitar multitudes y para una luz óptima.

Duración recomendada de la visita

3 a 4 horas

Santa Capilla

Santa Capilla

La Sainte-Chapelle es una maravilla arquitectónica imperdible, famosa por sus impresionantes vidrieras que narran historias bíblicas.

La Sainte-Chapelle, una joya arquitectónica gótica, te espera en el corazón de la Île de la Cité en París. Construida en un tiempo récord, entre 1242 y 1248, por orden del rey Luis IX (más tarde conocido como San Luis), esta capilla palatina fue concebida para albergar las preciosas reliquias de la Pasión de Cristo, incluyendo la venerada Corona de Espinas, que el monarca había adquirido a un alto costo. Su diseño, un ejemplo sublime del estilo gótico radiante, se distingue por su audacia estructural y su enfoque en la ligereza y la luz. Al visitarla, te sumergirás en un espacio donde la historia y la fe se entrelazan de manera espectacular, ofreciéndote una perspectiva única de la devoción real y la maestría artística medieval. Es un testimonio fascinante de la ambición espiritual y el poder de la monarquía francesa en el siglo XIII.

Cuando te preguntes qué ver en París que combine historia, arte y una experiencia visual inolvidable, la Sainte-Chapelle debe estar en tu lista. La capilla se divide en dos niveles: la Capilla Inferior, dedicada a la Virgen María y utilizada por el personal del palacio, y la Capilla Superior, reservada para el rey y su corte, que es la verdadera protagonista. Es aquí donde te deslumbrarán sus quince inmensas vidrieras, que se elevan casi 15 metros de altura y cubren más de 600 metros cuadrados, narrando más de 1.113 escenas bíblicas desde el Génesis hasta la Resurrección de Cristo y la llegada de las reliquias a París. La luz que se filtra a través de estos paneles crea un caleidoscopio de colores que inunda el espacio, transformándolo en una experiencia casi etérea. Es un testimonio asombroso de la habilidad de los artesanos medievales para crear un "muro de luz", una característica distintiva del gótico radiante.

Visita en un día soleado para disfrutar de la mejor luz en las vidrieras.

Además de su belleza intrínseca, la Sainte-Chapelle tiene una rica historia de resiliencia. Aunque sufrió daños durante la Revolución Francesa, especialmente la destrucción de su aguja original y la dispersión de algunas de sus reliquias, fue meticulosamente restaurada en el siglo XIX, recuperando gran parte de su esplendor original. Su ubicación estratégica, a pocos pasos del Palais de Justice y la Conciergerie, te permite combinar su visita con otros sitios históricos importantes de la Île de la Cité. Para una experiencia óptima, considera visitarla a primera hora de la mañana o al final de la tarde, cuando la luz del sol incide de manera más dramática en las vidrieras, o para evitar las multitudes.

Consejos para visitar Santa Capilla

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde en un día soleado de entre semana para apreciar las vidrieras en su máximo esplendor y evitar multitudes.

Duración recomendada de la visita

1 a 1:30 horas

Pont Neuf

Pont Neuf

El Pont Neuf es el puente más antiguo de París que aún se mantiene en pie, una verdadera maravilla arquitectónica que conecta la Rive Gauche, la Île de la Cité y la Rive Droite.

El Pont Neuf, o "Puente Nuevo", a pesar de su nombre, es el puente más antiguo de París que aún se mantiene en pie. Su construcción se inició en 1578 bajo el reinado de Enrique III y fue finalizada en 1607 por Enrique IV, cuya estatua ecuestre adorna el centro del puente, mirando hacia la Île de la Cité. Este icónico puente conecta la Île de la Cité con ambas orillas del río Sena, siendo un punto neurálgico en el corazón de la ciudad. Lo que lo hizo "nuevo" en su época fue su diseño revolucionario: a diferencia de otros puentes parisinos de entonces, el Pont Neuf no tenía casas ni tiendas construidas sobre él, lo que permitía vistas despejadas del río y sus orillas. Además, fue el primer puente de piedra de París en incorporar aceras, ofreciendo un espacio seguro y amplio para los peatones.

Durante siglos, el Pont Neuf fue el centro de la vida parisina, un verdadero escenario al aire libre donde se congregaban mercaderes, artistas callejeros, charlatanes, dentistas y todo tipo de personajes. Era el lugar donde los parisinos se encontraban, paseaban y observaban el mundo pasar. Visitarlo hoy te permite conectar con esa rica historia y disfrutar de unas vistas espectaculares del Sena, el Museo del Louvre y la silueta de la Catedral de Notre Dame (aún en restauración). Es un punto excelente para empezar a explorar que ver en París, especialmente si te interesa la historia y la arquitectura. Desde aquí, puedes admirar la Conciergerie y la Sainte-Chapelle en la Île de la Cité, o cruzar a la orilla derecha para llegar al majestuoso edificio de La Samaritaine, un histórico y lujoso centro comercial que ha sido restaurado y ofrece una experiencia de compras y gastronomía de primer nivel.

🍦 A pocos pasos, explora la Île de la Cité y descubre encantadores cafés y heladerías para disfrutar después de tu paseo.

El Pont Neuf también es famoso por sus "mascarones", las 384 grotescas cabezas esculpidas que decoran sus arcos, cada una con una expresión única y misteriosa. Al cruzarlo, no dejes de desviarte hacia la encantadora Place Dauphine, una plaza triangular escondida en la punta oeste de la Île de la Cité, que ofrece un remanso de paz lejos del bullicio. Este puente no es solo una estructura funcional; es un monumento vivo que ha sido testigo de innumerables eventos históricos y ha inspirado a artistas y escritores a lo largo de los siglos.

Consejos para visitar Pont Neuf

Cómo llegar
Mejor momento para la visita

Por la mañana para evitar multitudes, o al atardecer para vistas pintorescas.

Duración recomendada de la visita

30 minutos a 1 hora

Basílica del Sacré-Cœur

Basílica del Sacré-Cœur

La Basílica del Sacré-Cœur ofrece impresionantes vistas panorámicas de París y es un asombroso ejemplo de arquitectura romano-bizantina.

La Basílica del Sacré-Cœur, majestuosamente asentada en la cima de la Butte Montmartre, te invita a descubrir uno de los monumentos más emblemáticos de París. Su distintiva silueta blanca, visible desde muchos puntos de la ciudad, se debe a la piedra de travertino de Château-Landon utilizada en su construcción, la cual tiene la particularidad de blanquearse con la lluvia, manteniendo su aspecto inmaculado a lo largo del tiempo. La edificación de esta basílica, que comenzó en 1875 y fue consagrada en 1919, es el resultado de un voto nacional realizado tras la derrota de Francia en la guerra franco-prusiana y los eventos de la Comuna de París. Se concibió como un símbolo de penitencia y esperanza, un faro espiritual para la nación. Al acercarte, notarás la imponente arquitectura de estilo romano-bizantino, con sus cúpulas y arcos que evocan una sensación de serenidad y grandeza.

Una visita a la Basílica del Sacré-Cœur es una experiencia esencial para el turismo en París, no solo por su significado histórico y religioso, sino también por las vistas panorámicas inigualables que ofrece de la capital francesa desde su explanada y, si te animas a subir, desde su cúpula. Desde aquí, podrás admirar los tejados de zinc, los monumentos icónicos como la Torre Eiffel y la Catedral de Notre Dame, y la intrincada red de calles parisinas que se extienden hasta el horizonte. En el interior, te espera un ambiente de recogimiento y asombro. No te pierdas el impresionante mosaico del ábside, "Cristo en Majestad", uno de los más grandes de Francia, que cubre una superficie de 475 metros cuadrados con sus vibrantes colores y detalles. También puedes explorar la cripta, que alberga capillas y reliquias, y el campanario, donde reside la famosa campana Savoyarde, una de las más pesadas del país. Desde 1885, la basílica ha mantenido una adoración perpetua del Santísimo Sacramento, lo que añade una capa de profunda espiritualidad al lugar.

♿ La entrada principal a la basílica es accesible a través de una rampa. Sin embargo, la cúpula y la cripta no son accesibles para sillas de ruedas.

Después de tu visita a la basílica, tómate un tiempo para explorar el encantador barrio de Montmartre que la rodea. Justo a unos pasos, encontrarás la vibrante Place du Tertre, donde artistas locales pintan y venden sus obras, manteniendo viva la tradición bohemia del barrio. Las calles empedradas de Montmartre están repletas de pequeñas galerías, boutiques y, por supuesto, acogedores cafés y panaderías. Te sugerimos detenerte en lugares icónicos como Le Consulat o La Maison Rose, que ofrecen un ambiente auténtico parisino para disfrutar de un café o un dulce.

Consejos para visitar Basílica del Sacré-Cœur

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para evitar multitudes y disfrutar de la mejor luz para la fotografía. Los días de semana suelen ser menos concurridos que los fines de semana.

Duración recomendada de la visita

1 a 2 horas (permite más tiempo si subes a la cúpula o exploras Montmartre)

Crucero por el río Sena

Crucero por el río Sena

El Crucero por el río Sena ofrece una perspectiva inigualable de los monumentos icónicos de París, incluyendo la Torre Eiffel y la Catedral de Notre Dame.

El Crucero por el río Sena te ofrece una perspectiva inigualable de París, permitiéndote deslizarte suavemente por el corazón de la ciudad y admirar sus monumentos más emblemáticos desde el agua. Este recorrido fluvial no es solo un paseo; es una inmersión en la historia y el alma parisina, una experiencia que transforma la manera en que percibes la capital francesa. El Sena, arteria vital de París desde sus orígenes, ha sido testigo de siglos de historia, desde los asentamientos celtas hasta la construcción de sus majestuosos puentes y edificios que hoy definen el horizonte. Es un río que ha inspirado a artistas, poetas y amantes, y que sigue siendo el telón de fondo de innumerables historias.

Mientras navegas, descubrirás que muchas de las principales atracciones en París se revelan con una nueva luz. Contempla la imponente Torre Eiffel elevándose hacia el cielo, la majestuosa Catedral de Notre Dame (cuya restauración avanza tras el incendio), el grandioso Museo del Louvre con su pirámide de cristal, y el elegante Museo de Orsay, una antigua estación de tren convertida en templo del arte impresionista. Pasarás bajo puentes históricos como el Pont Neuf, a pesar de su nombre, el más antiguo de la ciudad, y el Pont Alexandre III, famoso por su opulenta decoración. El recorrido te permite apreciar la arquitectura haussmanniana y los muelles declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde aún puedes ver a los bouquinistes vendiendo libros antiguos y grabados, una tradición que se remonta al siglo XVI. Por la noche, la ciudad se ilumina, y ver la Torre Eiffel centellear desde el río es un momento mágico que se graba en la memoria.

Hay varias compañías que ofrecen cruceros (por ejemplo, Bateaux Mouches, Bateaux Parisiens, Vedettes du Pont Neuf); compara sus puntos de partida, horarios e inclusiones para encontrar la que mejor se adapte a ti.

La importancia del Sena no se limita a su belleza escénica; ha sido fundamental para el desarrollo comercial y cultural de París. Durante siglos, fue la principal vía de transporte de mercancías, conectando la ciudad con el resto de Francia y el mundo. Hoy, es un espacio de ocio y contemplación. Si buscas un capricho antes o después de tu crucero, considera visitar la famosa pastelería Angelina cerca del Jardin des Tuileries, conocida por su chocolate caliente y Mont Blanc, o quizás la icónica tienda Shakespeare and Company en el Barrio Latino, un refugio para amantes de los libros a pocos pasos de los muelles. Para una experiencia aún más especial, puedes optar por un crucero con cena, que combina vistas espectaculares con la exquisita gastronomía francesa.

Consejos para visitar Crucero por el río Sena

Mejor momento para la visita

Para vistas mágicas, programa tu visita al atardecer o por la noche para ver París iluminado. Los cruceros diurnos ofrecen vistas claras de los puntos de interés. Los días de semana suelen estar menos concurridos.

Duración recomendada de la visita

1 a 1:30 horas (crucero turístico estándar)

Barrio Latino

Barrio Latino

El Barrio Latino es un destino imperdible, reconocido por su vibrante historia intelectual y su encantador ambiente bohemio.

El Barrio Latino de París te invita a un viaje a través de la historia y la cultura, un lugar donde el pasado romano se fusiona con el espíritu intelectual y bohemio de la ciudad. Sus orígenes se remontan a la antigua Lutetia, la ciudad romana que dio origen a París, y sus vestigios aún se pueden apreciar en lugares como las Arenas de Lutecia o las termas del Museo de Cluny. Sin embargo, fue durante la Edad Media cuando este distrito adquirió su nombre y su identidad distintiva. Aquí se establecieron las primeras universidades, incluida la prestigiosa Sorbona, y el latín era la lengua franca entre estudiantes y académicos, de ahí su denominación. Este legado académico ha perdurado, convirtiendo al Barrio Latino en un vibrante centro de conocimiento y debate, donde la energía estudiantil se mezcla con la rica herencia histórica.

Al explorar el Barrio Latino, descubrirás por qué es una parada esencial en tu lista de "que ver en París". Sus estrechas calles empedradas te guiarán por librerías centenarias, acogedores cafés y animados bares de jazz que han sido testigos de innumerables conversaciones filosóficas y artísticas. No dejes de visitar el imponente Panthéon, mausoleo de grandes figuras francesas como Victor Hugo y Marie Curie, cuya arquitectura neoclásica domina el horizonte. Pasea por los serenos Jardines de Luxemburgo, un oasis verde perfecto para relajarse y observar la vida parisina. Sumérgete en la historia medieval en el Museo de Cluny – Museo Nacional de la Edad Media, que alberga una impresionante colección de arte y los restos de las termas romanas. Este barrio también fue el epicentro de los eventos de Mayo del 68, un movimiento estudiantil que dejó una huella imborrable en la historia contemporánea de Francia, añadiendo otra capa de significado a sus calles.

📸 Encuentra excelentes lugares para fotos cerca del Panteón, a lo largo del Sena con vistas a Notre Dame, o en las pintorescas calles alrededor de la Rue Mouffetard.

Para los amantes de la literatura, una visita a la icónica librería Shakespeare and Company es imprescindible; un verdadero santuario para bibliófilos que ha acogido a escritores como Ernest Hemingway y James Joyce. Si buscas sabores auténticos, la Rue Mouffetard te espera con su mercado tradicional y sus tiendas de productos frescos, quesos y delicias locales, ofreciéndote una experiencia culinaria genuina. El Barrio Latino es un lugar donde cada esquina cuenta una historia, desde los estudiantes que debaten en las terrazas hasta los ecos de los grandes pensadores que una vez caminaron por estas mismas calles.

Consejos para visitar Barrio Latino

Mejor momento para la visita

De la mañana a la noche, especialmente durante los días de semana para un ambiente animado, o temprano por la mañana para una exploración más tranquila.

Duración recomendada de la visita

Medio día a un día completo

Jardín de las Tullerías

Jardín de las Tullerías

El Jardín de las Tullerías ofrece un escape sereno en el corazón de París, conectando el Museo del Louvre con la Plaza de la Concordia.

El Jardín de las Tullerías, un oasis de serenidad y belleza en el corazón de París, te invita a sumergirte en siglos de historia y arte. Ubicado estratégicamente entre el Museo del Louvre y la Plaza de la Concordia, este emblemático jardín francés fue concebido inicialmente en 1564 por Catalina de Médici, quien deseaba un espacio verde para su Palacio de las Tullerías. Sin embargo, su diseño actual, que define la esencia del jardín formal francés, es obra del célebre paisajista André Le Nôtre, jardinero del rey Luis XIV, quien lo rediseñó en 1664. Pasear por sus amplios senderos, flanqueados por impecables parterres, fuentes majestuosas y una impresionante colección de esculturas, es una experiencia que te transporta a la grandeza de la monarquía francesa y la elegancia parisina. Aquí, cada rincón cuenta una historia, desde los eventos de la Revolución Francesa hasta la Comuna de París, momentos en los que el jardín fue testigo y escenario de transformaciones cruciales para la nación.

Para el turismo en París, el Jardín de las Tullerías es una parada obligatoria que ofrece mucho más que un simple paseo. Es un verdadero museo al aire libre, donde descubrirás obras de artistas renombrados como Aristide Maillol y Auguste Rodin, distribuidas armoniosamente entre la vegetación. Este espacio no solo es un pulmón verde para la ciudad, sino también un punto de encuentro para parisinos y visitantes, ideal para relajarse después de explorar el Louvre o antes de dirigirte a los Campos Elíseos. Te encontrarás con sillas metálicas dispersas por todo el jardín, invitándote a sentarte, observar el ir y venir de la gente y disfrutar de las vistas hacia la Pirámide del Louvre o el Arco del Triunfo del Carrusel. La atmósfera es vibrante pero tranquila, perfecta para una pausa contemplativa o un picnic improvisado.

♿ Los caminos principales son anchos y pavimentados, lo que los hace accesibles para sillas de ruedas, aunque algunos senderos laterales son de grava.

Además de su innegable belleza y valor histórico, la ubicación del jardín te permite acceder fácilmente a otras joyas culturales y gastronómicas. Justo en su extremo oeste, encontrarás el Museo de la Orangerie, hogar de los impresionantes nenúfares de Monet. Y si buscas un capricho dulce o un momento de indulgencia, a pocos pasos, en la cercana Rue de Rivoli, se encuentra Angelina, la icónica casa de té famosa por su chocolate caliente y su Mont Blanc.

Consejos para visitar Jardín de las Tullerías

Mejor momento para la visita

Primavera y verano, especialmente en una mañana soleada de día de semana o al final de la tarde para disfrutar de la luz y menos multitudes. Evita las horas pico de turistas.

Duración recomendada de la visita

1 a 2 horas

Arco del Triunfo

Arco del Triunfo

El Arco del Triunfo es un monumento parisino imperdible, que ofrece una profunda importancia histórica y vistas panorámicas inigualables de la ciudad.

El Arco del Triunfo, majestuosamente erigido en el centro de la Place Charles de Gaulle (anteriormente Place de l'Étoile), es uno de los monumentos más emblemáticos de París y un símbolo perdurable de la historia francesa. Al acercarte, su imponente tamaño y la riqueza de sus detalles escultóricos te cautivarán, invitándote a explorar la narrativa de las victorias militares de Francia que adornan sus fachadas. Este coloso de piedra no es solo una estructura impresionante, sino un testamento vivo a la grandeza y el sacrificio.

Su construcción fue ordenada por Napoleón Bonaparte en 1806, tras su victoria en la Batalla de Austerlitz, con la intención de honrar a los ejércitos imperiales. Diseñado por Jean Chalgrin, el proyecto tardó décadas en completarse, siendo inaugurado finalmente en 1836. Bajo su arco central, encontrarás la Tumba del Soldado Desconocido de la Primera Guerra Mundial, cuya llama eterna arde sin cesar desde 1921, rindiendo homenaje a todos los soldados caídos que no pudieron ser identificados. Este lugar se ha convertido en un punto de peregrinación y respeto, y es el escenario de importantes ceremonias nacionales. Sin duda, es una de las atracciones en París que te ofrece una profunda conexión con el pasado y el espíritu de la nación.

📸 Para fotos icónicas del Arco del Triunfo con los Campos Elíseos de fondo, sitúate en el paso subterráneo peatonal que lleva al monumento.

Ascender a la terraza panorámica del Arco del Triunfo es una experiencia inolvidable. Desde allí, podrás contemplar una de las vistas más espectaculares de la ciudad, con el eje histórico de París desplegándose ante tus ojos: los Campos Elíseos extendiéndose hacia el Louvre, la silueta inconfundible de la Torre Eiffel, la majestuosidad de la Basílica del Sacré-Cœur en Montmartre y el moderno distrito de La Défense. Además de las vistas, tómate un momento para admirar los intrincados relieves y esculturas que decoran el arco, como La Marsellesa de François Rude, que representa la partida de los voluntarios de 1792.

Consejos para visitar Arco del Triunfo

Mejor momento para la visita

Temprano por la mañana o al final de la tarde para evitar multitudes y disfrutar de la mejor luz para las fotos. Visita a las 18:30 para presenciar el reencendido de la Llama del Recuerdo.

Duración recomendada de la visita

1 a 1:30 horas

Museo del Louvre

Museo del Louvre

El Museo del Louvre es un icono global imperdible, hogar de una colección inigualable de arte y artefactos que abarcan milenios.

El Museo del Louvre te espera en el corazón de París, un antiguo palacio real que hoy alberga una de las colecciones de arte más vastas y célebres del mundo. Originalmente una fortaleza medieval construida por el rey Felipe II a finales del siglo XII, el edificio fue transformado en una residencia real por Carlos V y, más tarde, ampliado significativamente por Francisco I, quien comenzó a reunir la colección de arte que hoy admiramos, incluyendo la famosa Mona Lisa. Durante el reinado de Luis XIV, la corte se trasladó a Versalles, y el Louvre comenzó su transición hacia un espacio dedicado al arte y la cultura, abriendo sus puertas como museo público durante la Revolución Francesa en 1793. Es un lugar donde la historia y el arte se entrelazan en cada pasillo, ofreciéndote una inmersión profunda en la creatividad humana a lo largo de milenios.

Si te preguntas qué ver en París, el Louvre es una parada esencial que te invita a explorar desde las antigüedades egipcias, griegas y romanas hasta obras maestras del Renacimiento y el arte islámico. Podrás maravillarte ante la enigmática sonrisa de la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, la majestuosidad de la Venus de Milo o la dinámica Victoria Alada de Samotracia. Cada sala cuenta una historia, desde los apartamentos de Napoleón III hasta las galerías dedicadas a la pintura francesa o las esculturas de Miguel Ángel. La escala del museo es impresionante, con más de 35.000 obras expuestas, lo que significa que planificar tu visita es clave para aprovechar al máximo tu tiempo y descubrir los tesoros que más te interesan.

📸 Para fotos impresionantes de la Pirámide del Louvre sin las multitudes, visita a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.

No dejes de admirar la icónica Pirámide del Louvre, diseñada por I.M. Pei e inaugurada en 1989, que sirve como entrada principal y un contraste moderno con la arquitectura clásica del palacio. Para una experiencia completa, considera dedicar varias horas o incluso un día entero.

Consejos para visitar Museo del Louvre

Mejor momento para la visita

Entre semana, ya sea a primera hora de la mañana justo después de la apertura o a última hora de la tarde antes del cierre, para evitar las mayores aglomeraciones.

Duración recomendada de la visita

3 a 4 horas (para una visita general); un día completo para los entusiastas del arte.