La Ciudad de Hvar, joya de la isla homónima en el Adriático croata, te invita a sumergirte en un pasado glorioso y un presente vibrante. Este puerto estratégico, codiciado a lo largo de los siglos por su ubicación privilegiada, ha sido moldeado por diversas culturas, dejando una huella imborrable en su arquitectura y espíritu. Desde sus orígenes como colonia griega de Pharos en el siglo IV a.C., pasando por el dominio romano y bizantino, fue bajo la República de Venecia (desde el siglo XV hasta finales del XVIII) cuando Hvar alcanzó su máximo esplendor. Los venecianos la transformaron en un importante centro naval y comercial, dotándola de las impresionantes fortificaciones y los elegantes edificios que aún hoy definen su casco antiguo. Pasear por sus calles empedradas es como viajar en el tiempo, descubriendo capas de historia en cada rincón. La ciudad es un testimonio vivo de la riqueza cultural que floreció aquí, atrayendo a marineros, comerciantes y artistas por igual.
Cuando te preguntes qué ver en Hvar, prepárate para un recorrido fascinante. Comienza tu exploración ascendiendo a la Fortica, también conocida como el Castillo Español, que domina la ciudad desde lo alto de una colina. Las vistas panorámicas desde sus murallas son simplemente espectaculares, abarcando el casco antiguo, el puerto y las idílicas Islas Pakleni en la distancia. Esta fortaleza, aunque su nombre sugiere influencia española, fue principalmente una obra veneciana, reconstruida y ampliada a lo largo de los siglos para proteger el puerto. De regreso al corazón de la ciudad, la Plaza de San Esteban (Trg Svetog Stjepana), la más grande de Dalmacia, te espera con su imponente Catedral de San Esteban, una mezcla armoniosa de estilos renacentista y barroco. No dejes de visitar el Arsenal, un edificio histórico que albergaba astilleros y almacenes, y que hoy es famoso por ser la sede del Teatro de Hvar. Inaugurado en 1612, este es uno de los primeros teatros públicos de Europa, notable por permitir la entrada a todas las clases sociales, un hecho revolucionario para su época. Imagina las obras y los eventos que se celebraron en este espacio a lo largo de los siglos.
Más allá de sus monumentos, la Ciudad de Hvar te cautivará con su atmósfera. Sus callejones escondidos albergan encantadoras galerías de arte, boutiques y acogedores cafés donde puedes saborear un espresso mientras observas el ir y venir de la gente. La gastronomía local es otro de sus grandes atractivos; no te pierdas la oportunidad de probar los frescos mariscos y pescados del Adriático en alguno de sus reputados restaurantes, como el famoso Gariful, conocido por su excepcional oferta marina. Al caer la tarde, la ciudad se transforma, ofreciendo una animada vida nocturna que atrae a visitantes de todo el mundo. Pero incluso en el bullicio, siempre encontrarás un rincón tranquilo para disfrutar de la brisa marina y la belleza de este lugar único.