Qué ver en Vancouver

El Parque Stanley es un pulmón verde icónico que define el horizonte de Vancouver, ofreciendo una escapada natural incomparable justo al borde del centro de la ciudad. Con una extensión de más de 400 hectáreas, este parque urbano es uno de los más grandes de Norteamérica, superando incluso a otros famosos como el Central Park de Nueva York. Su historia se remonta a 1888, cuando fue inaugurado y nombrado en honor a Lord Stanley, el entonces Gobernador General de Canadá. Sin embargo, mucho antes de su designación como parque, estas tierras fueron el hogar ancestral y un sitio de gran importancia cultural para varias naciones Coast Salish, incluyendo a los Squamish, Musqueam y Tsleil-Waututh, quienes han habitado esta región por miles de años. Originalmente, gran parte del parque era un denso bosque utilizado para la tala de árboles, pero con el tiempo se transformó en el santuario natural y recreativo que conoces hoy.

Al explorar el parque, descubrirás por qué es una de las principales atracciones que ver en Vancouver. Su famoso Seawall, un sendero pavimentado de casi 9 kilómetros que rodea la península, te invita a pasear en bicicleta, correr o simplemente caminar mientras disfrutas de vistas espectaculares del océano, las montañas y el horizonte de la ciudad. No te pierdas los impresionantes Tótems de Brockton Point, una colección de postes tallados por artistas de las Primeras Naciones que cuentan historias ancestrales y representan una profunda conexión cultural con la tierra. Dentro del parque, también encontrarás el Acuario de Vancouver, un centro de conservación marina líder, y lagos serenos como el Lost Lagoon y el Beaver Lake, que son refugios para la vida silvestre. La diversidad de paisajes, desde playas tranquilas hasta densos bosques templados, te permite sumergirte en la naturaleza sin salir de la ciudad.

Visitar el Parque Stanley es una experiencia que te conecta con la esencia de Vancouver, combinando la majestuosidad natural con la rica historia local. Es un lugar perfecto para pasar un día entero, ya sea haciendo un picnic, explorando sus senderos ocultos o simplemente relajándote en sus vastas áreas verdes. Para reponer energías después de tu aventura, considera dirigirte a la cercana Denman Street o Robson Street, donde encontrarás una vibrante selección de cafeterías, panaderías y restaurantes que ofrecen desde delicias locales hasta cocina internacional.

El Museo de Antropología de la UBC, ubicado en el pintoresco campus de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver, es una joya arquitectónica y cultural que te invita a un viaje profundo por las ricas tradiciones de los pueblos indígenas de la Costa Noroeste y culturas de todo el mundo. Diseñado por el aclamado arquitecto canadiense Arthur Erickson, el edificio en sí es una obra maestra, con sus imponentes muros de hormigón y vidrio que evocan las estructuras tradicionales de las casas comunales de las Primeras Naciones. Desde su inauguración en 1976, este museo se ha consolidado como un centro de investigación, enseñanza y exhibición de primer nivel, ofreciendo una perspectiva única sobre la diversidad cultural y la historia humana. Su ubicación en el extremo oeste de la ciudad lo convierte en un destino ideal para quienes buscan combinar el turismo en Vancouver con una experiencia cultural enriquecedora, lejos del bullicio del centro.

Al adentrarte en sus salas, descubrirás una de las colecciones más importantes de arte y artefactos de las Primeras Naciones de la Costa Noroeste, incluyendo una impresionante exhibición de postes totémicos monumentales que se alzan majestuosamente en el Gran Salón. No te pierdas la icónica escultura de madera de cedro de Bill Reid, El Cuervo y los Primeros Hombres, una pieza central que narra el mito de la creación Haida y te dejará asombrado por su detalle y expresividad. Más allá de las culturas indígenas de la región, el museo alberga una vasta colección etnográfica y arqueológica que abarca desde artefactos de la antigua Grecia y Roma hasta textiles asiáticos y cerámicas precolombinas, ofreciendo una visión global de la creatividad humana. Es un lugar donde la historia cobra vida, y cada objeto cuenta una historia de resiliencia, innovación y conexión con la tierra. La dedicación del museo a la reconciliación y la decolonización es palpable en sus exposiciones, que fomentan el diálogo y la comprensión intercultural.

Para una visita completa, dedica al menos dos o tres horas a explorar sus galerías y los jardines exteriores, donde también encontrarás postes totémicos y esculturas. Después de tu recorrido cultural, puedes pasear por el hermoso campus de la UBC o visitar el cercano Jardín Botánico de la UBC o el sereno Jardín Conmemorativo Nitobe, ambos a poca distancia. Si buscas un lugar para recargar energías, el campus ofrece varias opciones de cafeterías y restaurantes; por ejemplo, puedes disfrutar de un buen café en Great Dane Coffee, una cafetería popular entre estudiantes y visitantes, o explorar las opciones en UBC Village para un almuerzo ligero.

La Biblioteca Pública de Vancouver, ubicada en el corazón del centro de la ciudad, es mucho más que un simple depósito de libros; es una maravilla arquitectónica y un vibrante centro comunitario. Diseñada por el renombrado arquitecto israelí-canadiense Moshe Safdie, la estructura se inspira claramente en el majestuoso Coliseo de Roma, presentando una fachada imponente de arcos y columnas que envuelven un atrio central de nueve pisos. Inaugurada en 1995, esta biblioteca se ha convertido rápidamente en un ícono de la ciudad, atrayendo tanto a locales como a visitantes por su diseño audaz y su ambiente acogedor. Al adentrarte en sus instalaciones, te encontrarás con un espacio lleno de luz natural, ideal para la lectura, el estudio o simplemente para disfrutar de un momento de tranquilidad en medio del bullicio urbano. Es un lugar donde la arquitectura se fusiona con la función, creando un entorno inspirador para el aprendizaje y la conexión.

Visitar la Biblioteca Pública de Vancouver te ofrece una perspectiva única de la vida cultural de la ciudad. Más allá de su impresionante colección de millones de volúmenes, que abarca desde literatura hasta recursos especializados en negocios y economía, la biblioteca es un epicentro de actividades y eventos. Puedes explorar sus diversas secciones, como la animada biblioteca infantil o el teatro de 400 asientos que alberga charlas y presentaciones. Un dato fascinante es que el edificio sirvió como la sede principal del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno de Vancouver 2010, lo que subraya su importancia cívica. Recientemente, su jardín en la azotea, que antes era inaccesible al público, ha sido abierto, ofreciendo un oasis verde con vistas panorámicas de la ciudad, un verdadero tesoro escondido entre las atracciones en Vancouver. Después de tu visita, puedes aprovechar su céntrica ubicación para explorar los alrededores. La biblioteca está a pocos pasos de la vibrante Robson Street, conocida por sus tiendas de moda, y de una gran variedad de cafeterías y restaurantes donde puedes saborear un café local o disfrutar de una comida deliciosa.

El False Creek es una ensenada de agua salada que se adentra en el corazón de Vancouver, un vibrante testimonio de la transformación urbana y un punto neurálgico de la vida recreativa y cultural de la ciudad. Lo que hoy ves como un bullicioso centro de actividad, con sus paseos marítimos, marinas y edificios modernos, fue en sus orígenes un estuario de mareas y un sitio de gran importancia para las Primeras Naciones locales, incluyendo a los Squamish, Musqueam y Tsleil-Waututh, quienes utilizaban sus aguas y costas para la pesca y el comercio. A principios del siglo XX, False Creek se convirtió en el epicentro industrial de Vancouver, albergando aserraderos, astilleros y depósitos de trenes que impulsaron el crecimiento económico de la región. Sin embargo, con el declive de la industria pesada, la ensenada experimentó un periodo de abandono y contaminación.

La verdadera metamorfosis de False Creek comenzó con la preparación para la Expo 86, la Exposición Universal que puso a Vancouver en el mapa mundial. Este evento catalizó una masiva limpieza y revitalización de la zona, transformando antiguas tierras industriales en parques públicos, espacios residenciales y una infraestructura de transporte acuático que aún hoy es fundamental. Más tarde, la ensenada volvió a ser protagonista durante los Juegos Olímpicos de Invierno de Vancouver 2010, cuando la Villa Olímpica se construyó en su orilla sur, dejando un legado de desarrollo sostenible y comunidades vibrantes. Si te preguntas qué ver en Vancouver y buscas un lugar que combine historia, naturaleza y vida urbana, False Creek es una parada esencial. Aquí puedes pasear por el pintoresco sendero del dique, ideal para caminar, correr o andar en bicicleta, disfrutando de vistas espectaculares del horizonte de la ciudad y las montañas circundantes.

Explora las diversas atracciones que bordean sus orillas. En el extremo oeste, encontrarás la icónica Granville Island Market, un paraíso para los amantes de la gastronomía donde puedes saborear productos frescos, delicias horneadas de panaderías locales como Bred Made by Ed o A La Mode Pies, y café artesanal en acogedores cafés. Es un lugar perfecto para encontrar un recuerdo único o simplemente disfrutar del ambiente vibrante. Hacia el este, el TELUS World of Science te invita a una experiencia interactiva y educativa, ideal para familias. No dejes de subirte a uno de los pequeños False Creek Ferries o Aquabus para una perspectiva única desde el agua, conectando fácilmente los diferentes puntos de interés. Durante el verano, la ensenada cobra vida con eventos como el Festival de Botes Dragón y los espectaculares fuegos artificiales de la Celebration of Light, ofreciendo una experiencia inolvidable.

El FlyOver Canada te invita a una aventura aérea sin igual, ubicada estratégicamente en el icónico Canada Place en el corazón de Vancouver. Esta atracción de vanguardia no es solo un simulador de vuelo, sino una experiencia inmersiva que te transporta virtualmente a través de los paisajes más impresionantes de Canadá, desde sus costas bañadas por el Atlántico hasta las majestuosas Montañas Rocosas y más allá. Imagina sentir el viento en tu rostro y el rocío de las cataratas mientras "vuelas" sobre glaciares, ciudades vibrantes y vastas praderas, todo ello sin moverte de tu asiento. Es una oportunidad fantástica para obtener una perspectiva única de la diversidad geográfica y cultural del país en un corto período de tiempo.

Para aquellos que exploran el turismo en Vancouver, FlyOver Canada se ha convertido en una parada obligatoria. La experiencia se logra mediante una combinación de tecnología de punta: te sentarás en asientos que se mueven y se inclinan, suspendidos frente a una pantalla esférica de 20 metros que envuelve tu campo de visión. A esto se suman efectos especiales como viento, niebla y aromas que intensifican la sensación de estar realmente sobrevolando lugares emblemáticos como las Cataratas del Niágara, los picos nevados de la Columbia Británica o los campos dorados de las praderas. Es una manera emocionante y accesible de apreciar la inmensidad y la belleza natural de Canadá, ideal para familias, parejas o viajeros solitarios que buscan una actividad memorable y diferente. La atracción abrió sus puertas en 2013 y desde entonces ha cautivado a millones de visitantes, consolidándose como una de las experiencias más populares de la ciudad.

Después de tu "vuelo" sobre Canadá, te encontrarás en una ubicación privilegiada para seguir explorando. Canada Place es un centro de actividad, con vistas espectaculares al puerto y a las montañas. Si buscas una experiencia culinaria excepcional, el aclamado Miku Restaurant, conocido por su innovador sushi Aburi, se encuentra a pocos pasos dentro del mismo complejo de Canada Place, ofreciendo una opción perfecta para una comida memorable con vistas al agua. Además, la vibrante zona de Gastown, con sus históricas calles adoquinadas, boutiques únicas y una amplia variedad de cafeterías y restaurantes, está a solo unos minutos a pie. Considera pasear por sus calles después de tu aventura aérea para sumergirte en el encanto histórico de Vancouver.

El Parque del Puente Colgante de Capilano te invita a sumergirte en la exuberante belleza natural de la Columbia Británica, a pocos minutos del vibrante centro de Vancouver. Este icónico destino, con una historia que se remonta a 1889, fue originalmente concebido por el ingeniero escocés George Grant Mackay. Él construyó el primer puente con tablones de cedro y cuerdas de cáñamo, creando un paso audaz sobre el cañón del río Capilano. A lo largo de los años, el puente ha evolucionado, siendo reemplazado por una estructura de cables de acero en 1903 y reconstruido en 1956 para garantizar la seguridad y la durabilidad que hoy conoces. Es fascinante pensar cómo una simple idea de cruzar un cañón se transformó en una de las atracciones más visitadas de la región, manteniendo su esencia aventurera mientras se adapta a los estándares modernos.

Al planificar tu turismo en Vancouver, el Parque del Puente Colgante de Capilano es una parada obligatoria que ofrece mucho más que solo el famoso puente. Una vez que cruces los 137 metros de longitud del puente, suspendido a 70 metros sobre el río, sentirás la emoción de la altura y el suave balanceo mientras admiras las vistas panorámicas del cañón y el denso bosque templado. Pero la aventura no termina ahí. Explora el Treetops Adventure, una serie de siete puentes colgantes más pequeños que te llevan a través de las copas de árboles centenarios, ofreciendo una perspectiva única del ecosistema del bosque. No te pierdas el Cliffwalk, una pasarela voladiza que se extiende desde el acantilado, proporcionando vistas espectaculares del cañón y el río Capilano desde un ángulo completamente diferente. Este recorrido te permite apreciar la geología local y la inmensidad de la naturaleza circundante de una manera segura y emocionante.

Además de las emocionantes pasarelas, el parque es un centro de aprendizaje y cultura. Descubre la rica historia de las Primeras Naciones de la región a través de la impresionante colección de tótems y arte indígena, que añade una capa cultural profunda a tu visita. El parque también cuenta con exhibiciones educativas sobre la flora y fauna local, perfectas para entender mejor el entorno natural que te rodea. Para reponer energías, el parque ofrece varias opciones gastronómicas, como el Capilano Coffee Company o el Canyon Lookout, donde puedes disfrutar de un café o un bocado ligero con vistas. Antes de irte, explora las tiendas de regalos para llevarte un recuerdo único de tu experiencia.

El Jardín Chino Clásico Dr. Sun Yat-Sen te invita a un viaje sereno al corazón de la cultura china, justo en el vibrante barrio de Chinatown en Vancouver. Este oasis de tranquilidad es el primer jardín clásico chino auténtico construido fuera de China, y su diseño meticuloso sigue los principios de la dinastía Ming, ofreciéndote una experiencia inmersiva en la armonía y el equilibrio. No es solo un jardín; es una obra de arte viva, concebida para reflejar la interconexión entre la naturaleza y la humanidad, un concepto fundamental en la filosofía taoísta. Cada elemento, desde las rocas cuidadosamente seleccionadas hasta los estanques de loto y la exuberante vegetación, está dispuesto para evocar paisajes naturales en miniatura y fomentar la contemplación.

Su construcción, entre 1985 y 1986, fue un testimonio de la dedicación y la artesanía tradicional. Cincuenta y tres maestros artesanos de Suzhou, una ciudad famosa por sus jardines clásicos en China, viajaron a Vancouver para construir el jardín utilizando técnicas ancestrales, sin clavos, tornillos ni herramientas eléctricas modernas. Las rocas, por ejemplo, son auténticas piedras Taihu importadas de China, valoradas por sus formas intrincadas y su capacidad para representar montañas y cuevas. El jardín lleva el nombre del Dr. Sun Yat-Sen, una figura pivotal en la historia china, conocido como el "Padre de la China Moderna", quien visitó Vancouver en varias ocasiones a principios del siglo XX para recaudar fondos y apoyo para su revolución. Su legado de modernización y conexión cultural se refleja en este espacio, que sirve como un puente entre Oriente y Occidente.

Al explorar sus senderos serpenteantes, descubrirás pabellones intrincados, puentes arqueados y patios ocultos que te transportarán lejos del bullicio urbano. Es uno de los lugares turísticos de Vancouver que ofrece una perspectiva única sobre la estética y la espiritualidad chinas. La disposición del agua, las plantas y la arquitectura está diseñada para crear un flujo de energía (Qi) y una sensación de paz. Después de tu visita, te animamos a pasear por las calles de Chinatown, donde encontrarás una gran variedad de restaurantes auténticos, como el famoso New Town Bakery & Restaurant conocido por sus bollos al vapor, o tiendas de té tradicionales que complementarán tu experiencia cultural.

Grouse Mountain se alza majestuosamente sobre la ciudad de Vancouver, ofreciendo una escapada natural incomparable a solo 15 minutos del centro. Conocida como la "Cima de Vancouver", esta montaña es un destino durante todo el año que cautiva con sus impresionantes vistas panorámicas del horizonte de la ciudad, el vasto Océano Pacífico y las pintorescas Islas del Golfo. Su nombre proviene de las aves urogallo azul que habitan sus laderas, un detalle que subraya su profunda conexión con la naturaleza circundante. Desde sus inicios como un área de tala a principios del siglo XX, Grouse Mountain ha evolucionado hasta convertirse en uno de los principales centros de recreación y conservación de la región, atrayendo a visitantes de todo el mundo. La forma más popular de ascender es a través del Skyride, un teleférico aéreo que, desde su inauguración en 1966, ha transportado a millones de personas, brindando una perspectiva única de los densos bosques y el paisaje urbano que se extiende a sus pies.

Una visita a Grouse Mountain te sumerge en una variedad de experiencias que la distinguen de otros lugares turísticos de Vancouver. Para los amantes del senderismo, el famoso Grouse Grind, apodado "la escalera de la Madre Naturaleza", es un desafío extenuante pero gratificante que asciende 2.830 escalones a través del bosque, poniendo a prueba tu resistencia y recompensándote con vistas espectaculares. En la cima, el Refugio de Vida Silvestre en la Cima es un santuario para la fauna local, donde puedes observar de cerca a los osos grizzly residentes, Grinder y Coola, así como a los lobos grises, aprendiendo sobre sus hábitos y la importancia de su conservación. Durante el verano, los espectáculos de leñadores, llenos de habilidad y humor, son un entretenimiento imperdible, mientras que en invierno, la montaña se transforma en un paraíso para los deportes de nieve, con esquí, snowboard y raquetas de nieve. Además, la imponente turbina eólica Eye of the Wind no solo es un símbolo de energía renovable, sino también un mirador excepcional que ofrece vistas de 360 grados desde su plataforma de observación.

Para completar tu experiencia, la cima de Grouse Mountain alberga diversas opciones gastronómicas. Puedes disfrutar de una comida con vistas espectaculares en restaurantes como The Observatory, que ofrece cocina de alta calidad, o algo más informal en Altitudes Bistro, perfecto para relajarse después de un día de actividades. Estos establecimientos no solo satisfacen el apetito, sino que también realzan la experiencia general, permitiéndote saborear la belleza del entorno. Es un lugar donde la aventura se encuentra con la tranquilidad, y donde cada rincón ofrece una nueva oportunidad para conectar con la naturaleza y disfrutar de la majestuosidad de la Columbia Británica.

La Isla de Granville es un vibrante oasis urbano en el corazón de Vancouver, un testimonio fascinante de la reconversión industrial. Lo que alguna vez fue un área de aserraderos, fábricas y plantas de hormigón a principios del siglo XX, ha sido magistralmente transformado en uno de los destinos culturales y culinarios más queridos de la ciudad. Su historia se remonta a una pequeña península de arena formada por el dragado del False Creek en 1915, que rápidamente se convirtió en un centro industrial clave. Sin embargo, con el declive de la industria pesada en la década de 1970, la isla se enfrentó a un futuro incierto. Fue entonces cuando la Canada Mortgage and Housing Corporation (CMHC), a través de la Granville Island Trust, intervino con una visión audaz: revitalizar el área manteniendo su carácter industrial, pero abriéndola al público. Este enfoque innovador ha permitido que la isla conserve su encanto rústico, con edificios de ladrillo y estructuras industriales que ahora albergan galerías de arte, estudios de diseño y teatros.

Al explorar la isla, descubrirás por qué es una de las principales atracciones que ver en Vancouver. El corazón de la Isla de Granville es su famoso Public Market, un paraíso para los amantes de la comida donde puedes deleitarte con productos frescos de la región, mariscos recién capturados, quesos artesanales y una increíble variedad de delicias horneadas. No dejes de probar las famosas donas de Lee's Donuts, una institución local, o saborear un café mientras observas el bullicio. Más allá del mercado, la isla es un hervidero de creatividad. Pasea por los estudios de artistas y artesanos, donde puedes ver a los creadores en acción y encontrar piezas únicas, desde cerámica hasta joyería y textiles. La isla también alberga varios teatros, incluido el Arts Club Theatre Company, que ofrece una programación diversa durante todo el año. Para las familias, el Kids Market es un destino imperdible, lleno de tiendas de juguetes y actividades interactivas.

El Mercado Público de Granville Island es el corazón vibrante de una de las transformaciones urbanas más exitosas de Vancouver. Lo que alguna vez fue un distrito industrial bullicioso, lleno de aserraderos y fábricas, ha evolucionado hasta convertirse en un destino de visita obligada que encapsula la esencia de la vida local. Este mercado, inaugurado en 1979, se ha consolidado como un epicentro gastronómico y cultural, atrayendo tanto a residentes como a quienes exploran el turismo en Vancouver. Al adentrarte en sus pasillos, te sumergirás en un caleidoscopio de colores, aromas y sonidos, donde los productores locales exhiben con orgullo sus cosechas frescas, desde frutas y verduras de temporada hasta mariscos recién capturados del Pacífico. Es un lugar donde la calidad y la frescura son la norma, y cada puesto cuenta una historia de dedicación y pasión por los productos locales.

Explorar el mercado es una experiencia sensorial. Puedes pasear entre los puestos de panadería, donde el aroma a pan recién horneado y pasteles artesanales te invita a probar delicias como las famosas donas de Lee's Donuts, una institución local. Descubre quesos artesanales, embutidos curados, y una impresionante variedad de productos gourmet que reflejan la diversidad culinaria de la región. Más allá de los alimentos, el mercado también alberga artesanos y pequeños negocios que ofrecen desde flores frescas hasta productos hechos a mano, lo que lo convierte en un lugar ideal para encontrar un recuerdo único o un regalo especial. La atmósfera es contagiosa, con músicos callejeros que a menudo amenizan el ambiente y la oportunidad de observar a los chefs locales seleccionando sus ingredientes.

Este mercado no es solo un lugar para comprar; es un punto de encuentro social y una ventana a la comunidad de Vancouver. Después de explorar los puestos, puedes disfrutar de una comida preparada en el momento en uno de los muchos puestos de comida, o simplemente sentarte junto al agua y observar los barcos pasar, con las vistas del horizonte de la ciudad como telón de fondo. La proximidad a otras atracciones de Granville Island, como la Granville Island Brewing o los numerosos estudios de artistas y galerías, te permite extender tu visita y sumergirte aún más en la creatividad y el espíritu innovador de la isla.

El barrio de Gastown te invita a un viaje en el tiempo, transportándote a los orígenes de Vancouver con sus calles adoquinadas y su impresionante arquitectura victoriana. Este distrito histórico, que lleva el nombre de “Gassy” Jack Deighton, un marinero y propietario de un salón que llegó en 1867 y abrió el primer establecimiento en el área, es el lugar donde la ciudad comenzó a tomar forma. La estatua de “Gassy” Jack se erige orgullosa en el corazón del barrio, un recordatorio de sus humildes comienzos. Pasea por sus aceras y admira los edificios de ladrillo rojo que alguna vez albergaron salones, hoteles y tiendas de la época, muchos de los cuales han sido meticulosamente restaurados para preservar su encanto original. Es un testimonio vivo de la historia de la ciudad, ofreciendo una atmósfera única que no encontrarás en otras partes de Vancouver.

Entre las muchas atracciones en Vancouver, Gastown se distingue por su vibrante mezcla de historia y modernidad. Aquí, el famoso Reloj de Vapor de Gastown (Gastown Steam Clock) es una parada obligatoria; este reloj, impulsado por vapor, emite un silbido y expulsa vapor cada cuarto de hora, creando un espectáculo peculiar que atrae a visitantes de todo el mundo. Más allá de sus hitos históricos, el barrio ha evolucionado hasta convertirse en un centro de diseño, moda y gastronomía. Descubre boutiques independientes que ofrecen moda vanguardista y artículos únicos, galerías de arte que exhiben obras de artistas locales e internacionales, y una impresionante variedad de restaurantes y cafés. Desde acogedores bistrós hasta establecimientos de alta cocina, hay opciones para todos los gustos. Por ejemplo, puedes disfrutar de un café de especialidad en Revolver Coffee, conocido por su meticulosa selección de granos y su ambiente acogedor, o explorar las últimas tendencias en las tiendas de diseño que salpican las calles.

La energía de Gastown es contagiosa, invitándote a explorar cada rincón. Es el lugar perfecto para una tarde de compras, una cena memorable o simplemente para empaparte de la atmósfera mientras observas a la gente pasar. Sus bares y pubs históricos también ofrecen una visión de la vida nocturna de la ciudad, combinando el encanto del viejo mundo con un toque contemporáneo. Ya sea que busques una pieza de arte única, una experiencia culinaria excepcional o simplemente un paseo pintoresco, Gastown te ofrece una experiencia auténtica y enriquecedora que captura la esencia de Vancouver.