Qué ver en Cantabria - 10 lugares imprescindibles


Qué ver en Cantabria - 10 lugares imprescindibles  

Cantabria, con sus hermosos paisajes de montaña, espectaculares acantilados y encantadores pueblecitos es una región que sin ningún tipo de duda te cautivará.

Cantabria, con sus hermosos paisajes de montaña, espectaculares acantilados y encantadores pueblecitos es una región que sin ningún tipo de duda te cautivará.

Resulta casi imposible elaborar una lista cortita de los mejores sitios a visitar en Cantabria, porque seguro que faltarían muchos y quizás para algunos el mejor, pero aún así y con el objetivo de ayudarte a decidir qué ver en Cantabria, hemos realizado una pequeña selección de los que a nuestro criterio son los lugares imprescindibles a visitar en un primer viaje a Cantabria. Como sabemos que quien va suele repetir, más adelante iremos ampliando el blog con nuevas propuestas sobre lugares a descubrir en esa maravillosa tierra que es Cantabria.

Recuerda que si tienes alguna duda sobre Cantabria la puedes resolver preguntando en el foro de Cantabria y que al regreso de tu viaje esperamos que compartas con el resto de la Comunidad Eluleka tus fotos de Cantabria, experiencias y comentarios sobre qué lugares de Cantabria te han gustado más.


Descubre Santander y su bahía

No puedes visitar Cantabria y no ir a Santander, por lo que iniciaremos nuestra ruta por Cantabria en su capital, una maravillosa ciudad a orillas del Cantábrico.

Te proponemos empezar el recorrido paseando por el tranquilo barrio de El Sardinero, en el que encontrarás la gran playa que le da nombre al barrio, la Playa El Sardinero. Muy próximas a ella también encontrarás dos playas más pequeñas pero con gran encanto como son la de La Concha y El Camello. Si vas en verano no olvides el bañador y si viajas con niños juega con ellos a encontrar la famosa piedra con forma de camello que da nombre a una de las playas, seguro que ellos la ven antes que tu 😜. En invierno también es muy bonito ver el expectáculo que da el Cantabrico rompiendo sus olas contra las rocas en la playa del camello.


Playa El Sardinero

Playa El Sardinero

Acércate después hasta El Palacio de la Magdalena ubicado en la península de la Magdalena. Se trata de un palacio construido en el año 1913, de estilo neoclásico inglés y francés pero con claros elementos cántabros en su arquitectura, que fue declarado Monumento Histórico Artístico de Carácter Nacional en 1982. Cuando lo veas te sonará su bonita fachada ya que seguro que la has visto en multitud de ocasiones en la televisión. La península de la Magdalena y su palacio es un lugar en el que se han celebrado eventos internacionales de gran importancia.

Tanto el palacio de la Magdalena como la península que ocupa eran propiedad de la familia real española, pero fueron donados por Don Juan de Borbón a la ciudad de Santander en año 1977. Desde entonces el parque de la península de la Magdalena es de uso público y se ha convertido en uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Si viajas con niños se lo pasarán muy bien en él buscando unas pequeñas tallas de madera que hay repartidas por el parque representando un libro, una silla, flores o figuras de animales.


Palacio de la Magdalena

Palacio de la Magdalena

Para llegar hasta el Palacio de la Magdalena tienes un buen paseo si no vas en coche, pero hay varias líneas de autobuses que tienen parada en él. Otra alternativa es que cojas un trenecito que recorre la península durante gran parte del día.

Una zona que también es muy recomendable visitar si viajas con niños pequeños a Santander es el parque de juegos que hay justo al lado de las Antíguas Caballerizas Reales del Palacio de la Magdalena, que están a tocar de la playa de la Magdalena. Estas antiguas caballerizas reales en la actualidad se utilizan como residencia de estudiantes y son la sede de los famosos cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Allí también encontrarás una cafetería en la que podrás hacer una parada para retomar fuerzas.

Abandonando la península de la Magdalena por la avenida de la Reina Victoria, a la izquierda encontrarás otra hermosa playa de fina arena, la playa de los peligros y un poco más adelante el Museo Marítimo del Cantábrico. Si vas en coche debes seguir las indicaciones porque para llegar al museo deberás tomar la avenida de Seberiano Ballesteros. Verás que no es un museo muy grande, pero los enormes esqueletos de ballena, el gran acuario y su ubicación privilegiada a orillas del mar, hacen que sea una visita casi obligada de todos los turistas que visitan Santander. Por cierto que el restaurante del Museo Marítimo del Cantábrico es una muy buena opción para comer, la comida está bien y el servicio es bueno.


Museo Marítimo del Cantabrico

Museo Marítimo del Cantabrico

Otro lugar interesante a visitar en Santander, que también está situado en un lugar privilegiado de la bahía rodeado de una gran zona verde para pasear y con unas vistas increibles es el Centro Botín. Es un centro de arte contemporaneo que está ubicado en un edificio muy peculiar ya que parece volar sobre el mar dado que no toca el suelo.

Aunque no seas un amante del arte contemporaneo no dejes de visitar este magnífico edificio, porque además de ser curioso de ver, subir a la terraza del Centro Botín es gratis y desde allí podrás disfrutar de unas maravillosas vistas de toda la bahía de Santander con el mar Cantábrico de fondo. Además justo en frente del Centro Botín está el señorial Arco del Banco de Santander, por el que puedes ir luego a callejear un poco entre los elegantes edificios de sus calles adyacentes.


Centro Botín

Centro Botín

Al salir del Centro Botín, además de dirigirte hacia el Arco del Banco de Santander, también puedes optar por acercarte a tomar algo en la Plaza Porticada de Pedro Velarde. Verás que además de ser muy bonita, es un lugar tranquilo y agradable ideal para hacer un descanso.

Santander es una ciudad con mucha historia. Para hacernos una idea solo hay que mirar su escudo en el que aparecen la Torre del Oro de Sevilla y unas cadenas rotas que simbolizan la ruptura en 1248, durante la reconquista de Sevilla por parte de marineros cántabros, de las cadenas que unían la ciudad de Sevilla con Triana protegiendo el puerto.

Dicho esto, es posible que encuentres a faltar alguna propuesta de ruta por el casco histórico de Santander, pero lamentablemente no lo hay. Santander perdió casi todo su casco antiguo en un debastador incendio que se produjo el 15 de febrero de 1941. Pese a todo si te pierdes un poco por las calles peatonales que te hemos comentado, próximas al Centro Botín, además de poder disfrutar de un buen picoteo verás que el centro histórico de Santander fue reconstruido de una forma muy funcional y elegante.

Antes de marchar de Santander te proponemos un último paseo para visitar el Mirador del Faro de Cabo Mayor, desde donde podrás ver una hermosa panorámica del Cantábrico y asomarte a su espectacular acantilado. Al faro como te puedes imaginar puedes llegar fácilmente en coche, pero nuestra propuesta es que si dispones de un poco de tiempo te acerques a la playa de El Sardinero y desde allí vayas caminando por la Senda de Mataleñas. Es una ruta muy sencilla, no demasiado larga y de una gran belleza debido a las espectaculares vistas que ofrece tanto de las playas como de los acantilados.


Faro de Cabo Mayor

Faro de Cabo Mayor

Santoña y el Faro del Caballo

¿ Te apetece visitar un lugar idílico con aguas de color turquesa y un impresionante acantilado ? Si tu respuesta es sí dirígete a Santoña, un bello pueblo costero con una bahía impresionante y que es mundialmente famoso por sus anchoas. Santoña está a escasos 40 minutos de Santander en dirección al Pais Vasco. Allí encontrarás uno de los lugares más bonitos de la costa cántabra, el Faro del Caballo, construido en 1863.

La excursión al Faro del Caballo desde Santoña es un paseo ideal para días soleados pero si el día está lluvioso no es la mejor opción ya que el camino húmedo es algo resbaladizo y puede resultar peligroso.

La ruta comienza al final del Paseo marítimo de Santoña, donde encontrarás información sobre los diferentes caminos por el Monte Buciero que te llevan al Faro del Caballo. Desde allí, tendrás que caminar siguiendo las indicaciones hacia el Fuerte San Martín. Pasarás por las Baterías de defensa de Galvanes, construidas para proteger Santoña de los ataques franceses en el siglo XVII y que fueron declaradas Bien de Interés Cultural en 1992.

Después tienes que dirigirte hacia la estatua de la Virgen del Puerto, desde donde se puede ver toda la bahía de Santoña y seguir las indicaciones hacia el Faro del Caballo. Es una pista fácil de unos 3,5 km y con un poco de subida.

Para llegar hasta el Faro del Caballo bordearás acantilados con maravillosas vistas sobre Santoña y Laredo. En el trayecto atravesarás bosques de laureles y espinos por lo que es una buena idea llevar las piernas cubiertas y así evitar algún que otro arañazo. En el bosque los arboles están pintados indicando el camino que debes seguir.

El último tramo hasta llegar al Faro del Caballo tiene más de 700 escalones empinados e irregulares, pero tranquilos el descenso es rápido, aunque hay que ir con un poco de cuidado ya que las escaleras están un poco inclinadas pero no supone ningún peligro porque hay un cable para cogerse.

Una vez llegues al Faro del Caballo alucinarás con las vistas que hay desde el mirador, es un lugar impresionante. Y si esto no fuese suficiente, bajando unos cuantos escalones más te puedes dar un refrescante baño en unas aguas tranquilas y transparentes.

Para regresar debes tener algo de paciencia ya que subir las grandes escaleras supone un poco de esfuerzo. Puedes decidir entre seguir de recto y finalizar la vuelta al Monte Buciero pasando por la bonita Playa de Berria, de más de 2km de longitud, o bien girar a la izquierda para regresar algo más rápido a Santoña.


Playa de Berria

Playa de Berria

Si quieres visitar este impresionante lugar de Cantabria sin tener que bajar y subir las inclinadas escaleras que conducen hasta el Faro del Caballo la mejor opción es contratar una excursión en barco desde Santoña o Laredo.

Al finalizar esta excursión la mejor opción para recuperar algo de fuerzas es disfrutar de un buen plato de pescado a la parrilla en el puerto de Santoña.

Castro Urdiales

Castro Urdiales es un encantador pueblo de la costa cantábrica muy próximo al País Vasco que ofrece a sus visitantes sol, playa, una fantástica gastronomía y un entorno de gran valor histórico y arqueológico. Pasear por Castro Urdiales es en cierta manera hacer un viaje a la edad media.

Nuestra recomendación es que empieces tu ruta por Castro Urdiales visitando la Iglesia de Santa María de la Asunción, una iglesia del siglo XIII que tiene tres imponentes naves de estilo gótico y que está rodeada de un entorno maravilloso frente al mar.


Santa Maria de la Asunción. Castro Urdiales

Santa Maria de la Asunción. Castro Urdiales

A escasos metros de la Iglesia de Santa María de la Asunción y al pie de los acantilados encontrarás el Castillo Faro de Castro Urdiales, uno de los pocos castillos que se pueden visitar en Cantabria. Esta fortaleza fué construida alrededor del año 1163 aunque con el paso del tiempo ha ido evolucionando. Del Castillo Faro de Castro Urdiales destacan sus muros realizados en mampostería con torres cilíndricas en las esquinas. Aunque en la actualidad tiene forma pentagonal resulta evidente que en sus orígenes fué de planta cuadrada.

Este castillo formaba parte de la estructura de defensa existente en esta villa desde la época medieval. Gracias a la posición estratégica del castillo y a la doble muralla existente, Castro Urdiales se defendió con éxito durante varios siglos de diferentes pueblos invasores.

La fortaleza tuvo un papel destacado durante la conquista de la ciudad por las tropas napoleónicas en 1813, dado que en ella se encontraban muchas de las baterías utilizadas para defender la ciudad. Fué el refugio de los vecinos del pueblo y de los soldados españoles hasta que pudieron escapar en buques ingleses. Hoy en día uno de los atractivos de esta zona para los buceadores es sumergirse en las proximidades del castillo para ver los cañones que fueron arrojados al fondo del mar en aquel enfrentamiento.

Desde el interior del castillo y por unas escaleras algo estrechas, se puede subir a la azotea para contemplar el mar Cantábrico y Castro Urdiales. En una de las torres se encuentra el Faro de Castro Urdiales que fue encendido en 1853 y tiene un alcance de 24 millas. En 1953 se incorporó al faro un sistema de aviso por niebla que emite en código Morse y cada 60 segundos la letra "C".

El interior del Castillo Faro de Castro Urdiales se puede visitar de forma gratuita todos los días. El horario de visita al Castillo de Castro Urdiales en verano ( del 1 de Abril al 30 de Octubre ) es de 11:00h a 13:30h y de 18:00h a 20:00h. En invierno ( del 1 de Noviembre al 30 de Marzo ) es de 11:00h a 13:30h y de 16:30h a 18:30h.


Castillo de Castro Urdiales

Castillo de Castro Urdiales

Al lado del castillo está el que posiblemente es uno de los lugares más fotografiados de Castro Urdiales, el precioso Puente Medieval de Castro Urdiales, desde el que se pueden captar también hermosas instantaneas los días que el mar esta revuelto y golpea con fuerza las rocas. Este puente es la parte que hoy en día queda en pie de un conjunto de pasarelas y puentes que permitía comunicar la zona del Castillo Faro con la ermita de Santa Ana ubicada en un espectacular peñón de roca natural que tiempo atrás quedaba aislado cuando subía la marea. En la actualidad cuando sube la marea la zona baja del puente queda inundada por el mar formando una gran piscina de piedra.

Siguiendo el recorrido por el centro histórico de Castro Urdiales, recórre su paseo marítimo hasta llegar al rompeolas en el que encontrarás la Ermita de Santa Ana. La ermita es una pequeña construcción de piedra cubierta de madera.

Durante la edad media y hasta el siglo XVIII la Ermita de Santa Ana fue utilizada como centro religioso y también como centro político y administrativo. Prueba de la importancia de esta pequeña edificación a lo largo del tiempo es que los arqueólogos encontraron materiales que en otra época pertenecieron a otras edificaciones de la villa como algunos de los escalones de piedra que en su origen formaron parte del antiguo teatro de Castro Urdiales ubicado en la Plaza de La Barrera.

Para finalizar tu visita a Castro Urdiales, si hace buen tiempo te puedes dar un chapuzón en la pequeña playa de Brazomar. Si el cielo está tapado o no vas en verano, en ese caso nuestra recomendación es que practiques algún deporte de interior como el chiquiteo o txikiteo 😜. En el casco antiguo de Castro Urdiales abundan las tabernas con su barras de pinchos y unas tapas que son una auténtica delicia. Pero cuidado para los que no estéis acostumbrados a tomar vino que aunque te lo sirven en esos pequeños vasos que parecen inofensivos ¡ tienes que poder finalizar la ronda !

Las tarbernas más populares de Castro Urdiales se encuentran en los soportales, muy cerca del puerto, y también en la calle la Rúa.

Santillana del Mar

Otro de los lugares imprescindibles a visitar en Cantabria es Santillana del Mar, localizada en el interior de la costa occidental de Cantabria pero muy próxima al mar.

La villa de Santillana del Mar fue declarada Conjunto Histórico Artístico y actualmente presenta un estado de conservación muy bueno. Cuando la visites entenderás rápidamente porque es uno de los principales destinos turísticos de Cantabria.

En Abril del 2019 Santillana del Mar se convirtió en el primer municipio inteligente de Cantabria y el primero de España con menos de 10.000 habitantes. Esto significa que después de años de trabajo han conseguido dotar a esta villa medieval de una serie de servicios propios del siglo XXI tales como una red de desfibriladores inteligentes en diferentes puntos estratégicos del municipio, o una red de wifi gratis, que permitirá a los vecinos y visitantes acceder a internet en el casco histórico de Santillana del Mar.

Uno de los objetivos principales de cualquier turista que va a Santillana del Mar es visitar la Cueva de Altamira, localizada a 2Km de Santillana y conocida como la Capilla Sixtina del arte rupestre paleolítico.


Neocueva de Altamira

Neocueva de Altamira

La Cueva de Altamira fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1985. En esta cueva se encuentran las pinturas prehistóricas más famosas del mundo.

El arte rupestre del paleolítico es una de las manifestaciones culturales más relevantes de la historia de la Humanidad y es la primera manifestación artística conocida de la especie humana.

En la cueva de Altamira hay más de 150 grabados en los que aparecen numeosas figuras de bisontes y ciervos. Para realizar estas pinturas en el paleolítico se utilizaron pigmentos naturales.

Los científicos piensan que la Cueva de Altamira estuvo habitada desde hace más de 18.000 años pero que debido a un desprendimiento de rocas permaneció cerrada durante unos 13.000 años, hasta que el azar quiso que en 1.868 Modesto Cubillas descubriera la Cueva de Altamira y once años más tarde Sanz de Sautuola y su hija María, también por casualidad encontraran la famosa Sala de los Polícromos.

Como es lógico, la Cueva de Altamira puede recibir muy pocas visitas debido al alto riesgo de deterioro de estas valiosísimas pinturas. Afortunadamente desde el año 2001 existe en Santillana del Mar una réplica casi exacta de la cueva, denominada la Neocueva de Altamira, que permite conocer y admirar el arte de la Cueva de Altamira sin necesidad de deteriorar las pinturas originales.

Pese a la importancia de la Cueva de Altamira, la villa de Santillana del Mar es una visita obligada en Cantabria por mérito própio, dado que alberga un gran patrimonio histórico-artístico que la sitúa sin lugar a dudas en la lista de los pueblos más bonitos de España.

Para conocer esta hermosa localidad lo mejor es recorrer sus calles empedradas y no perderte ningún detalle ya que está villa medieval está llena de caseríos y bellos balcones con flores.


Santillana del Mar

Santillana del Mar

Al pasear por las diferentes calles del casco histórico de Santillana de Mar como la calle Santo Domingo, la de Juan Infante que conduce a la plaza de Ramón Pelayo, la de Carrera o Cantón que te llevará hasta la famosa Colegiata de Santa Juliana poco a poco irás descubriendo porqué está considerado uno de los municipios más bellos de España. Entre sus históricos edificios destacan la casona de los Barreda-Bracho, la Casa Del Águila, la Casa de la Parra, la Torre de Don Borja, la Torre del Merino, la Casa de los Villa y como no, la Colegiata de Santa Juliana con su bello claustro.

La casona de los Barreda-Bracho del siglo XVIII ubicada en Plaza Mayor o Plaza de Ramón Pelayo, muy cerca del Ayuntamiento de Santillana del Mar está ocupada actualmente por el Parador Nacional Gil Blas . Si te fijas verás que en su fachada principal tiene cuatro balcones de forja y el escudo de la familia.

La Casa del Águila se encuentran en la Plaza Ramón Pelayo o Plaza Mayor, en pleno centro histórico de Santilla del Mar frente al Parador Nacional Gil Blas . Recibe este nombre porque en el centro de la fachada principal tiene el escudo de la familia Estrada Tagle en el que aparece un águila. La casa del Águila presenta 3 alturas y en el piso inferior tiene 2 arcos de medio punto.

La Casa de la Parra del siglo XVI situada al lado del Ayuntamiento y de estilo gótico. La Casa del Águila y la Casa de la Parra están unidas y ambas forman el conjunto arquitectónico conocido como Las Casas de la Parra y del Águila. Actualmente pertenecen a la Consejería de Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria y se utilizan para exposiciones temporales.

La Torre de Don Borja del siglo XV situada en la antigua plaza del mercado del casco histórico de Santillana del Mar y sede de la Fundación Santillana en la que se celebra cada año la Semana de la Educación.

La Torre del Merino del siglo XIV situada al lado de la plaza del mercado, actualmente Plaza Ramón Pelayo, fue una residencia fortificada y es una de las construcciones civiles más antiguas de Santillana. Es propiedad de la familia Barreda desde su construcción.

En la calle del Río se encuentra La Casa de los Villa llamada también la de los Hombrones debido a que en su fachada aparecen dos soldados sosteniendo un enorme blasón y a los que acompaña el siguiente lema Un buen morir es honra de la vida.

Llegando al final de la calle Cantón se encuentra la Colegiata de Santa Juliana el monumento religioso más importante del románico en Cantabria. En este monasterio se guarda las reliquias de una joven martirizada en Turquía y un fragmento de Lignum Crucis, que fue donado por el abad del Monasterio de Santo Toribio con el objetivo de que los peregrinos que llegaban hasta aquí para adorar la reliquia no tuvieran que desplazarse hasta el monasterio de Santo Toribio.


Colegiata de Santa Juliana. Santillana del Mar

Colegiata de Santa Juliana. Santillana del Mar

A destacar en la Colegiata su retablo mayor del siglo XVI que preside el ábside mayor que está dedicado a Santa Juliana. El claustro de la Colegiata data del siglo XII y es de una gran belleza en él destaca la decoración y talla de sus capiteles. Entre los temas representados se encuentran escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento.

Potes y el Valle de Liébana

Otro plan ideal para disfrutar de Cantabria es recorrer el Valle de Liébana a los pies de los Picos de Europa visitando el pueblecito de Potes, ubicado en la confluencia de los ríos Deva y Quiviesa, un lugar perfecto para instalar tu campamento base. En el Valle de Liébana encontrarás multitud de lugares interesantes para visitar como: puentes medievales, torres, caserones, miradores, ...

Uno de los lugares más conocidos de Potes es la Torre del Infantado, edificio medieval situado en el centro de la Villa. Se trata de una edificación realizada en piedra sin labrar, con cuatro plantas o cuerpos y una azotea con pequeñas torres o almenas en las esquinas. En todas las fachadas de este edificio podemos ver ventanas con dintel. Tiene una bonita escalera de piedra que conduce hasta la entrada y una puerta con arco apuntado situada bajo un bonito balcón. Conserva en su fachada un escudo con las armas de Diego López de Mendoza familia a la que pertenecía esta fortificación en 1432.


Torre del Infantado. Potes.

Torre del Infantado. Potes.

Durante el siglo XX fue la sede del ayuntamiento de Potes y desde 19 de marzo de 2011, después de un largo proceso de restauración, acoge el museo interactivo sobre la vida y obra de Beato de Liébana el primer escritor cántabro conocido. Si visitas la Torre del Infantado podrás disfrutar de las magníficas vistas desde el almenado hacia la villa de Potes, el monte de la Viorna y los Picos de Europa.

Un atractivo de Potes y toda su comarca es su excelente gastronomía 😋. Como zona ganadera por excelencia sus carnes son de primera calidad, aunque si eres más de pescado también disfrutarás porque los salmones y las truchas del río Deva son deliciosos. Por último, toma un queso artesano de la zona que seguro que te encantarán.

En la villa de Potes encontrarás muchos restaurantes con una gran variedad de platos. Nuestra recomendación es que si visitas esta zona no te vayas sin tomar un buen cocido lebaniego con sus pequeños y tiernos garbanzos acompañados de cecina y relleno.

Si todo esto no te parece suficiente, recuerda que en Potes y en general en toda la comarca podrás realizar cualquier actividad al aire libre que te guste como escalada, bicicleta de montaña, turismo ecuestre, senderismo, esquí de travesía, parapente y otras muchas.

Camino Lebaniego

El Camino Lebaniego es uno de los itinerarios de peregrinación más antiguos del mundo ya que tiene su origen en el siglo VIII. Enlaza con el Camino del Norte que era el utilizado por los primeros peregrinos para ir a Santiago de Compostela.

Para realizar el Camino Lebaniego existen cuatro itinerarios diferentes pero el más usado es el que parte de San Vicente de la Barquera y conduce al peregrino hasta el Monasterio de Santo Toribio de Liébana pasando a lo largo de sus 72 km de trayecto por La Acebosa, Hortigal, Estrada, Serdio, Muñorrodero, Camijanes, Cabanzón, Cades, La Venta, Sobrelapeña, Lafuente, Burió, Cicera, Lebeña, Allende, Cabañes, Pendes, Castro, Tama, Ojedo y Potes. La ruta se puede realizar en 3 o 5 días, dependiendo de la forma física.

En esta ruta a lo largo de los años se han ido construyendo diferentes tipos de edificios albergues, iglesias y puentes entre otros, con el objetivo de facilitar la peregrinación a todos aquellos que la realizaban. El peregrino atraviesa parajes naturales de gran belleza que además poseen un valioso patrimonio arquitectónico, algunos de ellos con gran importancia histórica. Estamos hablando de lugares como la torre medieval de Cabanzón o la Iglesia de Santa María de Lebeña.


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Monasterio Santo Toribio de Liebana

El Monasterio de Santo Toribio de Liébana situado en el monte de La Viorna, está considerado uno de los más antiguos de España y ha mantenido su culto de forma ininterrumpida desde que fue fundado en el siglo VI, aunque existe constancia de su existencia ya en el año 828. Fue declarado monumento histórico artístico en 1953.

La razón por la que el Monasterio de Santo Toribio de Liébana está considerado como uno de los lugares santos y de peregrinación del cristianismo, con una importancia a la altura de Jerusalén, Roma o Santiago de Compostela reside en que en él se conserva desde el siglo VIII la reliquia el Lignum Crucis que según la tradición cristiana es el trozo más grande que se conserva de la Cruz donde Jesucristo fue crucificado.

En el Monasterio de Santo Toribio de Liébana se encuentra la Puerta del Perdón y es al cruzar esta puerta cuando el peregrino consigue ganar el jubileo y obtener el perdón por los pecados cometidos.

En 2017 se celebró el último Año Santo Jubilar Lebaniego, pero no te preocupes si no pudiste hacer el camino en 2017 el próximo Año Santo tendrá lugar en 2023, momento en que se volverá a abrir la Puerta del Perdón del cenobio, ya que esta puerta se abre únicamente durante el Año Santo Lebaniego.

Un año se considera Año Santo Lebaniego si el día de Santo Toribio cae en domingo, es decir, si el 23 de Abril es domingo entonces estaremos en un Año Santo Jubilar Lebaniego y la Puerta del Perdón estará abierta.

El Camino Lebaniego tiene una credencial específica y un documento acreditativo de la peregrinación, llamado la Lebaniega. Que no sea Año Santo no significa que no se pueda vivir y hacer el Camino lebaniego hasta el próximo Año Santo Jubilar Lebaniego.


Lignum Crucis

Lignum Crucis

Uno de los personajes religiosos ilustres asociados a Liébana es el Obispo Toribio de Astorga. Años después de su muerte y con el objetivo de protegerlos de la invasión musulmana, se trasladaron al Monasterio de Santo Toribio los restos del Obispo Toribio de Astorga y con ellos un trozo de la Cruz de Cristo que el obispo había traído de Jerusalén.

En el Monasterio de Santo Toribio de Liébana vivió el Beato de Liébana, un pensador del siglo VIII y autor de los Comentarios al Apocalipsis de San Juan. Estos comentarios tienen unas magníficas ilustraciones, que fueron copiadas posteriormente en muchos otros monasterios, razón por la que a esos manuscritos que son copias del escrito por el Beato de Liébana se les denomina Beatos.

Desfiladero de la Hermida

El desfiladero de la Hermida se encuentra en el Macizo de Ándara, en el límite oeste de Cantábria y muy cerca de Asturias.

Este impresionante desfiladero de 21 Kilómetros es el más largo de la Península Ibérica y comunica Potes, capital del Valle de Liébana, con la localidad de Unquera en el municipio de Val de San Vicente cerca de la desembocadura del río Deva.

Si pasas por Unquera no olvides comprar, merendar o desayunar una corbata que es el producto de repostería más conocido de Unquera ¡ son riquísimas !


Desfiladero de la Hermida

Desfiladero de la Hermida

Por el desfiladero de la Hermida pasa además del rio Deva, la carretera N-621. Esta vía es muy importante para la zona ya que es la única carreterra que comunica la zona del Cantábrico, Unquera, con la localidad de Lebeña donde finaliza el desfiladero de la Hermida a escasos 10 km de Potes.

Si tienes suerte quizás puedas disfrutar viendo volar en libertad alguno de los buitres leonados de Cantabria que habitan en esta zona. Estos animales recorren el territorio planeando a una altura considerable en búsqueda de alimento.

El paisaje a lo largo de todo el desfiladero de la Hermida es de gran belleza, rodeado por impresionantes paredes naturales que en algunos puntos llegan a tener 600 metros de altura. Un lugar perfecto desde donde contemplar esta maravilla de la naturaleza es el Mirador de Santa Catalina, uno de los miradores más espectaculares de Cantabria que ofrece unas increíbles vistas del desfiladero, del valle de Lebeña y los Picos de Europa. Muy cerca del mirador se encuentran las ruinas de una fortaleza medieval conocida como Bolera de los Moros o Castillo de Piñeres que fue declarado bien de interés cultural por su gran valor arqueológico.

Cerca del Balneario de la Hermida, en la carretera N-621, a 18 km de Potes se encuentra la Vía Ferrata de la Hermida. Sigue el trazado de un camino de pastores y es la primera vía ferrata española. Una vía ferrata es una ruta vertical u horizontal que permite acceder a lugares de difícil acceso a personas no acostumbradas a realizar escaladas. Para permitir este acceso se han colocado a lo largo de esta ruta diferentes tipos de apoyos como grapas en las paredes de la montaña, puentes tibetanos y tirolinas entre otros.


Mirador de Santa Catalina

Mirador de Santa Catalina

El acceso a la Vía Ferrata de la Hermida es libre y gratuito, pero obviamente requiere de cierto material para no poner en peligro tu integridad física. Para ello en el centro de recepción de la Hermida puedes alquilar el material indispensable para recorrer la via ferrata como un casco, arnés de seguridad o mosquetón y si lo prefieres también puedes contratar los servicios de un guía. El centro de recepción permanece cerrado durante los meses de Enero a Marzo.

Llegando al final del desfiladero, en Lebeña, encontrarás otro punto interesante que no puedes perderte, la Iglesia de Santa María de Lebeña uno de los mejores templos románicos de Cantabria.

Cueva El Soplao

La cueva El Soplao se encuentra en un entorno natural de gran belleza en la Sierra de Arnero a una altura de 540 m, no muy lejos de algunos de los lugares de visita obligada en Cantabria como el maravilloso pueblo marinero de San Vicente de la Barquera, Comillas, Santillana del Mar, el desfiladero de la Hermida o Cabuérniga.

El nombre de El Soplao es un término que utilizan los mineros cuando se refieren al aire que se nota en el momento de hacer un agujero en una galería desde otra con menos oxígeno. 

La cueva El Soplao fue descubierta en el siglo XX cuando se trabajaba en las minas de la Florida. Los mineros respetaron al máximo la cueva y durante cierto tiempo se utilizó como una zona que permitía comunicar con otras minas próximas y para el transporte del material extraído y la maquinaria.


Entrada cueva El Soplao

Entrada cueva El Soplao

La cueva el Soplao con más de 20km de galerías es una maravilla de la geología en la que se pueden contemplar una gran variedad de espectaculares espeleotemas como excéntricas estalactitas, estalagmitas, perlas de las cavernas, columnas, dientes de perro y coladas entre otras. Las llamadas excéntricas son de una gran belleza y muy delicadas por lo que son muy difíciles de ver en buen estado. Su nombre hace referencia a la forma como crecen en todas las direcciones recordando más a un coral marino que a una roca. En la cueva del Soplao las excéntricas abundan y ofrecen un espectáculo único con una gran variedad de este tipo de formaciones.

A la cueva del Soplao se realizan dos tipos de visitas, una es la denominada turística que está pensada para que cualquier persona pueda hacerla, aunque tenga limitaciones de movilidad. Este tipo de visita tiene una duración de 55 minutos y se accede a la galería con una reconstrucción de un tren de vagonetas como los utilizados por los mineros. La ambientación es muy buena ya que se han utilizado efectos con luces de colores e incluso hay zonas en penumbra.

Hay otra modalidad de visita más aventurera que permite acceder a zonas de la cueva algo más inaccesible que dura unas dos horas y media. Está modalidad permite ver zonas más internas de la cueva y llegar a pisar terreno real de la cueva, no manipulado por el hombre para las visitas turísticas. En realidad no se trata de un recorrido complicado, únicamente hay un par de sitios en todo el trayecto que tienen cierta dificultad.

Para visitar la cueva El Soplao es recomendable ir con zapatos cómodos ( por supuesto no llevar tacones 😂 ) e ir abrigado ya que la temperatura en el interior de la cueva oscila entre los 12 o 14 grados y además hay mucha humedad. Por lo demás, hay poco que que añadir, todo está muy bien organizado y te proporcionan todo el equipamiento necesario para la visita como un caso con luz, un buzo y botas de agua.

Las personas con movilidad reducida y los niños menores de 16 años han de ir acompañados por un adulto. Las sillas de bebé no están permitidas pero si visitas la cueva del Soplao con un bebé no te preocupes, en la taquilla te facilitan mochilas portabebés que te permite disfrutar cómodamente de tu visita a la cueva.


Interior cueva El Soplao

Interior cueva El Soplao

Nuestra recomendación es que reserves tus entradas a la Cueva El Soplao con algo de antelación para evitarte realizar el desplazamiento y no poder entrar ese día. Cuando reservas te permiten escoger el horario de la visita ya que las visitas se hacen en grupos pequeños.

Si llegas con algo de tiempo puedes esperar tranquilamente contemplando las vistas desde la torre mirador, recuperar fuerzas en la cafetería o self-service y si te apetece puedes pasar por la tienda de regalos.

Los horarios para visitar la Cueva del Soplao varian en función del tipo de visita a realizar pero tienes que recordar que los lunes la Cueva del Soplao está cerrada excepto durante los meses del Julio, Agosto y Septiembre. También permanece cerrada el 25 de Diciembre, el 1 de Enero y del 8 al 22 de Enero por mantenimiento.

Fuente Dé

Si visitas Cantabria por primera vez un lugar imprescindible a visitar son los Picos de Europa. Esta bellísima cordillera tiene cimas de más de 2500 metros de altura y se extiende por Cantabria, Asturias y la provincia de León.

Hay una gran cantidad de rutas que se pueden hacer con más o menos dificultad por esa zona, pero si lo que buscas es poder disfrutar de los Picos de Europa sin realizar mucho esfuerzo la mejor opción la encontrarás en Liébana, a tan solo 20 km de Potes. Estamos hablando del teleférico de Fuente Dé que está ubicado justo al lado del Parador Nacional Fuente Dé.


Teleférico de Fuente Dé

Teleférico de Fuente Dé

A Fuente Dé puedes llegar en coche por la carretera Potes - Fuente Dé y si vas en verano también dispones de un servicio de autobuses que hace la ruta Santander - Potes - Fuente Dé.

Al llegar a la estación superior del teleférico, encontrarás el famoso Mirador del Cable conocido como el balcón de los Picos de Europa, desde donde podrás contemplar las aves y disfrutar del idílico paisaje que ofrecen las montañas del Parque Nacional de los Picos de Europa.

Para bajar puedes elegir entre hacer nuevamente el impresionante recorrido en el teleférico o seguir a pie alguna de las múltiples rutas posibles y así disfrutar plenamente del paisaje y la naturaleza.

El Teleférico de Fuente Dé fue inaugurado en 1966 y fué renovado por última vez en 2015. Actualmente sus cabinas son totalmente acristaladas y tienen una capacidad de 20 personas. Permite ascender hasta una altura de 1.823 metros en menos de 4 minutos, superando un desnivel de 753 metros a lo largo de un recorrido de 1450 metros. Dispone de una cafetería tanto en la cota inferior como en la estación del Cable.

Funciona todos los días excepto el 24, 25 y 31 de Diciembre y el 1 Y 6 de Enero, de 9:00h a 21:00h horas en los meses de verano y de 10:00h a 18:00h horas el resto del año. En Semana Santa se modifica su horario habitual para adaptarse al aumento de visitantes y funciona de 9:00h a 19:00h.

Comillas y El capricho de Gaudí

Comillas es conocida por sus playas, la belleza de sus paisajes y por su tranquilidad, pero en este pequeño pueblo hay mucho más, como por ejemplo una de las pocas obras de Antoni Gaudí que se encuentran fuera de Cataluña.

Se podría definir a la localidad de Comillas como el pueblo más modernistas que puedes visitar fuera de Cataluña, ya que varios de los más famosos arquitectos modernistas catalanes como Antonio Gaudí, Lluis Doménech i Montaner, Joan Martorell i Monells o Josep Llimona, realizaron alguna de sus obras en esta pequeña población.

Entre ellas destaca como no puede ser de otra manera, El Capricho de Antoni Gaudí, que fué declarado Monumento Histórico Artístico en el año 1969 y es una visita obligada si vas a Comillas. Aunque en el interior no se pueden ver muebles, su diseño lleno de color, su originalidad, la calidad y el conjunto de detalles arquitectónicos que se pueden admirar justifican totalmente la visita a esta pequeña joya arquitectónica.

La Universidad Pontificia de Comillas es otro magnífico edificio que puedes visitar en Comillas. Este enorme edificio se encuentra en la cima de la montaña Cardosa que ofrece bonitas vistas de Comillas y del mar Cantábrico. Fue diseñado en estilo mudéjar por el famoso arquitecto modernista catalán Joan Martorell i Monells y en su decoración participó otro arquitecto modernista catalán Lluis Doménech i Montaner quien años más tarde construyó el Palau de la Música de Barcelona.


Universidad Pontificia de Comillas

Universidad Pontificia de Comillas

El cementerio es otra de las pequeñas joyas modernistas que guarda Comillas, su fachada está catalogado como Bien de Interés Cultural y en su interior se encuentra la imponente estatua del escultor catalán Josep Llimona, el Ángel Exterminador que se ha convertido en uno de los símbolo de la ciudad de Comillas

Villa Quijano conocida como el Capricho de Gaudí fue un encargo que recibió Gaudí de Máximo Díaz de Quijano, un abogado, músico no profesional y coleccionista de plantas exóticas emparentado con el Marqués de Comillas.

El Capricho de Gaudí se encuentra situada junto al magnífico Palacio de Sobrellano, un edificio neogótico que perteneció al Marqués de Comillas.

El Palacio de Sobrellano fue construido por el arquitecto modernista Joan Martorell y en su salón se pueden admirar unas elegantes chimeneas talladas en madera con dragones diseñados por Antoni Gaudí.

Al lado del Palacio de Sobrellano se encuentra la majestuosa tumba familiar del marqués de Comillas la cual fue diseñada también por Martorell.

No se sabe si Antoni Gaudí llegó a visitar nunca la población de Comillas, la construcción del Capricho fue dirigida por Cristóbal Cascante, un compañero de promoción de Gaudí, el cual tenia una maqueta y planos muy detallados realizados por Gaudí.


El Capricho de Antoni Gaudí

El Capricho de Antoni Gaudí

El Capricho de Gaudí fue construido durante los años 1883 - 1885 y es contemporáneo de la Casa Vicens de Barcelona, construida por Gaudí entre 1883 y 1888. Estas obras fueron de los primeros trabajos que el arquitecto Antoni Gaudí realizó, de manera que, ambas obras tienen una especial importancia ya que permiten conocer el estilo de la época joven de Antonio Gaudí en el que hay una clara influencia mudéjar y en la que ya aparecen los elementos que caracterizarán la obra de Gaudí durante su época de madurez.

El exterior del edificio del Capricho de Gaudí está decorado con ladrillo visto combinado con varias franjas de cerámica vidriada con flores de girasol. En esta fachada Gaudí utilizó una combinación perfecta de amarillos, tonos rojizos y verde que parece fundir la casa con la naturaleza del entorno. También destacan sus balcones de hierro forjado que están curiosamente orientados hacia el interior de la casa y la torre minarete situada sobre el porche de entrada que tiene cuatro columnas bellamente decoradas.

El diseño que realizó Gaudí para el interior de Villa Quijano se adapta a las aficiones y necesidades del propietario de la finca, además todo está pensado para facilitar la entada de la luz natural en la casa. Las distintas habitaciones se distribuyen teniendo en cuenta la posición del sol y el momento en el que se van a utilizar (día o noche), estos criterios serán una constante en todas las obras futuras de Antonio Gaudí.

En el interior hay un magnífico invernadero orientado al sur que permite al dueño de la villa cuidar y disfrutar de las plantas exóticas que poseía. Además Gaudí incluye en la decoración interna y externa detalles relacionados con la música, otra de las pasiones del propietario.

Un ejemplo de esto son las vidrieras de colores en las que se puede observar una libélula con una guitarra y un gorrión que parece tocar un instrumento musical o los contrapesos de la ventana que son tubos metálicos que al subir o bajar son golpeados provocando notas musicales.

El Capricho se puede visitar de manera libre o con una visita guiada.

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