El Museo del Prado, en el corazón del Paseo del Arte, es mucho más que un museo: es un viaje por 8 siglos de historia donde Velázquez, Goya y El Bosco te están esperando. Su edificio, diseñado por Juan de Villanueva para Carlos III en 1785, iba a ser un gabinete de ciencias, pero Fernando VII y su esposa María Isabel de Braganza lo convirtieron en 1819 en un templo del arte. Hoy, sus pasillos guardan secretos como Las Meninas, obra maestra de Velázquez que hipnotiza con sus espejos y miradas cruzadas, o las oscuras Pinturas negras de Goya, pintadas en las paredes de su casa.
- Consejo práctico: Puedes entrar gratis de lunes a sábado de 18:00 a 20:00 y los domingos de las 17:00 a las 19:00. Si viajas en octubre, noviembre o diciembre, recuerda que hay días de acceso gratuito como el 12 de octubre o el 6 de diciembre, aunque deberás hacer una cola importante.
- Cómo moverse por Madrid: Metro Banco de España (línea 2) o Atocha (línea 1). Combínalo con el Parque del Retiro (a 5 minutos) y el Museo Reina Sofía (10 minutos caminando) para completar el Triángulo del Arte.
No te vayas del museo sin ver El jardín de las delicias de El Bosco, un tríptico que parece una película de ciencia ficción medieval. Si viajas con niños, busca las criaturas fantásticas escondidas en sus paneles: les encantará jugar a encontrarlas. Tras la visita, descansa en el Café del Prado o pasea hasta Botín, el restaurante más antiguo del mundo, donde Goya frió platos antes de pintar.
El Prado es clave en cualquier itinerario por Madrid, pero si vas justo de tiempo, prioriza la planta baja: ahí están Las Meninas, los fusilamientos de Goya y los caballeros de El Greco. Y si buscas rutas alternativas, cruza la calle hacia Barrio de las Letras, donde Cervantes y Lope de Vega se inspiraron para sus obras. Madrid sin el Prado sería como el Retiro sin su estanque: le faltaría el alma.